¡Ongamira Despierta! Es el grito de alerta de vecinos autoconvocados de Córdoba, Argentina, frente a la explotación minera metalífera a cielo abierto, contaminante y saqueante. El movimiento surgió ante la amenaza de explotación en el Valle de Ongamira, un lugar mágico y rico tanto a nivel turístico como arqueológico.
Cómo hace cuatro años, nos seguimos reuniendo en Asamblea para informarnos y debatir un panorama que, no sólo atañe al noroeste cordobés, sino que se repite con desolada continuidad en las nefastas experiencias vividas por nuestros hermanos de Catamarca, San Juan, Chubut, La Rioja, Tucumán y Santa Cruz entre otras provincias de la Argentina y en varios países de América Latina.
El contexto jurídico que regula la actividad minera, heredado de la decada del ’90, tiende únicamente a favorecer el desarrollo de ese sector de la industria en detrimento del patrimonio nacional.
En septiembre de 2008 el pueblo unido logró que se sancione por unanimidad la Ley Provincial 9526 que PROHIBE la MINERÍA METALÍFERA A CIELO ABIERTO en Córdoba. Esta Ley actualmente está amenazada ante un pedido de inconstitucionalidad. Por esto seguiremos Despiertos y Despertando.

¡Ongamira Despierta! dice sí a la vida y a la salud; sí a la preservación del agua y los recursos naturales; sí a la protección del patrimonio cultural y ¡NO A LA MINA!

En este blog encontrará el material necesario para informarse sobre la situación que esta sufriendo Córdoba y el resto de nuestro querido país frente a la amenaza minera.


DECLARATORIA DE ADHESION A LA DEFENSA DE LA LEY 9526

VIDEOS: Situación minera en Córdoba "MINAS A CORAZÓN ABIERTO"

¿Por qué siguen ofreciendo Ongamira si hay una Ley que la protege?

¿Por qué siguen ofreciendo Ongamira si hay una Ley que la protege?
Página oficial

Historia de una mina de uranio en Córdoba

martes, 30 de marzo de 2010

¿Que se conoce como Riesgo Nuclear?

La evolución de la raza humana se expresa de variadas maneras; pero en su afán de mejorar lo que tiene, el hombre, ha creado amenazas para su hábitat como lo es el Riesgo Nuclear.
El Riesgo Nuclear comenzó a surtir efecto con la rápida aparición de reactores nucleares para generar energía eléctrica.
Por otra parte también se maneja la posibilidad de la contaminación de los ambientes por parte del ser humano por medio de las bombas atómicas (las cuales funcionan como el reactor de una central nuclear, creando la reacción en cadena pero sin controlarla ni detenerla).
Cualquiera sea la manera de contaminación del ambiente, esta produce graves daños a la sociedad y a dicho ambiente el cual queda inhabilitado por extenso tiempo debido a las malformación y enfermedades congénitas que produce la contaminación en las personas, animales, plantas, agua, tierra, etc.
En algunos casos como lo fue el desastre provocado por la explosión en Chernobyl, el área afectada es aun mayor lo cual promueve el desalojo de personas; hoy en día la energía nuclear es moneda corriente en países con gran desarrollo lo cual implica un elevado costo de instalación y mantenimiento aunque pueda provocar un problema mayor al nombrado en Chernobyl debido a la toxicidad que posee la energía y los residuos nucleares.
Tal es así que hoy en día las armas militares mas sofisticadas y que utilizan la energía nuclear para realizar los ataques, pueden provocar un daño muchas veces mayor al de las bombas desplegadas por Estados Unidos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki o el daño causado por la explosión en Chernobyl.
Como datos adicionales agregamos debajo el funcionamiento de las centrales nucleares y la proliferación de las armas atómicas:

Funcionamiento de una central Nuclear para generar electricidad
La generación de electricidad es el empleo más importante de la energía liberada en una fisión nuclear. Para ello es necesario controlar la reacción de fisión en cadena; hace falta un sistema que impida que el número de fisiones por unidad de tiempo sobrepase ciertos límites. Esto se logra mediante el reactor nuclear.
Un reactor nuclear consiste básicamente en un recipiente en cuyo interior se encuentra el combustible nuclear (uranio o plutonio). Dicho combustible se suele introducir en forma de pastillas encapsuladas en una serie de vainas metálicas, rodeadas por un material moderador, que forman el interior del reactor. Para el control del reactor existen unas barras deslizantes, compuestas de un material capaz de absorber neutrones (boro o grafito). Según se introduzcan más o menos barras de control en el interior del reactor, el número de neutrones absorbidos será mayor o menor, de este modo se puede controlar el número de fisiones que ocurren por unidad de tiempo. Si las barras se introducen totalmente la reacción se detiene. Todo el conjunto del reactor se halla encerrado por el blindaje biológico, que es una envoltura de metal y hormigón cuya finalidad es impedir el paso de la radiación o gases contaminantes o radiactivos al medioambiente.
La energía liberada por la fisión del combustible se manifiesta en forma de calor que se extrae mediante un refrigerante que suele ser agua y que, a causa del calor recibido, se convierte en vapor a alta presión. El vapor así producido es utilizado para mover turbinas que están acopladas a los generadores eléctricos, posteriormente es enfriado y forzado a circular nuevamente dentro del reactor mediante bombas.
En nuestro país se hallan en funcionamiento dos centrales nucleares: la de Atucha en la provincia de Buenos Aires, y la de Embalse, en la provincia de Córdoba.
La operación y mantenimiento están a cargo de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

La proliferación de las armas nucleares:
Otros países intentaron emular los logros de Estados Unidos. En 1949, la Unión Soviética consiguió su primera explosión, que fue seguida, en 1952, por un logro similar del Reino Unido. Francia se unió al "club atómico" en 1960 y china en 1964. Para entonces, la investigación nuclear había producido la bomba termonuclear (bomba de hidrógeno), que fue probada por primera vez por Estados Unidos en 1952, En la bomba termonuclear, los núcleos de hidrógeno, de deuterio y de tritio o litio se fusionan (fusión nuclear), bajo la presión de una explosión que libera millones de toneladas (megatones) de TNT.
Aunque no fueran más de un megatón, estas explosiones cegarían a un ser humano hasta a 160 kilómetros de distancia, y devastarían todo tipo de vida en un radio de seis kilómetros cuadrados.
Nadie ha usado jamás una bomba termonuclear dado que la mera posesión de estas armas ha obligado a los países a cambiar de actitud con respecto a la guerra. Tradicionalmente se ha usado la fuerza para alcanzar un objetivo político, a menudo después de que todos los otros métodos de persuasión hayan fracasado. Pero en la actualidad los resultados de una política de este tipo serían tan devastadores que equivaldrían a infligirse una autoderrota, simplemente porque el adversario podría utilizar el mismo tipo de respuesta nuclear. Por ello las potencias nucleares empezaron a utilizar sus armas como elemento disuasorio del uso de la fuerza, amenazando con un ataque nuclear para mover al adversario a la reconsideración de cualquier tipo de situaciones desequilibradoras. En los primeros años de la era atómica esta estrategia se manifestaba en un solo sentido, dado que Estados Unidos tenía el monopolio de la capacidad de fabricar y lanzar estas bombas. Sin embargo, a partir de que la Unión Soviética alcanzó el mismo estatus, a mediados de los años 60, surgió una dramática paridad entre las superpotencias.
Sin otra información relevante, procedemos a nombrar ejemplos, causas, consecuencias y posibles soluciones para el tema o la problemática, como mas convenga.

Causas y consecuencias del Riesgo Nuclear
Como ya lo nombramos con anterioridad en las referencias sobre el significado de Riesgo Nuclear, las principales causas de la contaminación con radiación nuclear son debido al uso desmedido de la energía nuclear y a las pruebas con artefactos bélicos de capacidad nuclear (ver gráficos en la sección de anexo) sobre área sin población, lo cual no indica que nunca vaya a existir vida humana en dichas localizaciones.
Un claro ejemplo de este ultimo caso se remonta a poco tiempo atrás cuando una de las grandes potencias mundiales utilizo una isla cerca de las costas de Tahití para una prueba nuclear contaminando un área bastante extensa en el océano inclusive.
Aclarado dentro de los ejemplos veremos el caso de Chernobyl, donde se observa las claras consecuencias por el mal uso de la energía generada por medio de un reactor nuclear, el cual causo un gran desastre en la generación de personas que allí habitan y en las futuras generaciones debido a los males congénitos.
La principal consecuencia de la contaminación del ambiente es la muerte de miles de personas, las cuales solo vivían en las cercanías y sufrieron los efectos del plutonio 239 (tiempo estimado de vida: 24.400 años) que fue liberado en la atmósfera el 26 de abril de 1986 con la explosión de uno de los reactores principales de la central nuclear de Chenobyl.
Existen muchas causas de irresponsabilidad por parte de las personas que manejan la maquinaria nuclear actual lo cual produce las filtraciones y contaminación por material radioactivo, pero debido a la extensión del tema, solo abordaremos los principales casos, dejando de lado los miles de casos de pequeñas filtraciones y mal manejo de material radioctivo.

Tragedias en el transporte y almacenamiento de material radioactivo
Tragedias en almacenamiento de material radioactivo:
• En septiembre de 1987, los habitantes de Goiania, una ciudad brasileña, encontraron una máquina desconocida abandonada en un vertedero. La abrieron y hallaron en su interior un polvillo azul. La tradición de la pintura corporal debió marcar el comportamiento de los brasileños, pues muchos de ellos se embadurnaron con él. Un mes después se empezaron a producir las primeras muertes. Aquel polvillo era Cesio 137, un material altamente radiactivo que debería haber estado almacenado bajo estrecha vigilancia. El Gobierno brasileño se vio obligado a poner a toda la población bajo control radiológico. Casi 300 personas se vieron afectadas. Los que murieron a causa de la radiación fueron enterrados en ataúdes de plomo de 608 kilos bajo varias capas de cemento.
• En los almacenes radioactivos rusos también se han producido accidentes muy graves. El vertido de residuos al río Tetcha, durante el periodo 1948-1951, supuso la contaminación de 124.000 personas, y la evacuación de otras 7.500, que ocupaban suelos altamente contaminados.
• El accidente más grave se produjo el 29 de septiembre de 1957, en la planta de almacenamiento de Kishtim, cuando al explotar un contenedor con 160 m3 de residuos, contaminó con unos 2 millones de curios una superficie de 1.000 km2. El accidente obligó a la evacuación inmediata de 10.700 personas. El secreto oficial ha impedido conocer el número de víctimas del accidente (16). Los materiales radiactivos acumulados en el lago Karachai se dispersaron con la sequía de 1967; como consecuencia, 1.800 km2 resultaron contaminados.
• El 20 de abril de 1973 nadie prestó ninguna atención particular al tanque 106 T en el área 200 Oeste de la Reserva de Hanford (EE.UU.). Construido con hormigón reforzado con un alineamiento de acero al carbono en su fondo y en los lados, es cilíndrico de forma, de unos 23 metros de diámetro y 10 de profundo y está hundido en el suelo con unos dos metros de tierra sobre su techo en forma de cúpula.
• En abril de 1973, el tanque 106 T contenía residuos radiactivos de alta actividad procedentes de la planta de reprocesado de combustible Purex con alrededor de 1,5 millones de litros, principalmente en forma líquida. Entre el 20 de abril y el 8 de junio, el tanque 106 T dejó escapar al suelo, más o menos 435.000 litros de líquido absolutamente radiactivo conteniendo aproximadamente 40.000 curios de cesio-137, 14.000 curios de estroncio-90 y 4 curios de plutonio.
• A comienzos de abril de 1993 se desencadena un grave accidente en el depósito de residuos radiactivos de Tomsk. El 18 de julio del mismo año se produjo otra fuga radiactiva en la planta de Tcheliabinsk, que también procesa residuos radiactivos; el 2 de agosto, otro accidente en el almacén de Tcheliabinsk 40.

Tragedias en transporte de material radioactivo:
En la historia del mundo hubo catástrofes debido al manejo inadecuado del material radioactivo, algunos ejemplos son:
• Sucesos graves acaecieron en marzo de 1956, cuando se hundió un avión B- 47, que se dirigía a Florida, con dos cabezas nucleares "Florida".
• En enero de 1961, un bombardero B- 52 se estrella, cargado con dos bombas nucleares de 24 megatones, mil veces más potentes que la de Hiroshima, en Carolina del Norte.
• En 1968, un bombardero B- 52, con cuatro bombas atómicas, se estrella al aproximarse a la base de Thule en Groenlandia, el incendio provoca una dispersión de plutonio contaminante.
También, muchos navíos y submarinos, con reactores o mísiles atómicos, se han hundido, debajo se mencionan ejemplos:
o En mayo de 1968, el submarino USS Scorpion (SSN- 589), con una tripulación de 99 personas, se hunde, con dos torpedos nucleares Astor, a 400 millas de las Azores.
o Transportando material radioactivo, se hundió en marzo de 1968 el submarino del tipo Yankee 2 (K- 129), con casi 100 víctimas.
o En abril de 1970 se hundió en el Golfo de Vizcaya el submarino November (K- 8), pereciendo 52 personas.

Uno de los accidentes más graves:
El 17 de enero de 1966 se produjo la colisión en vuelo de un bombardero B- 52 de la base de Symour Johnson, con cuatro bombas atómicas de 1,5 megatones a bordo, y un avión nodriza KC- 135 procedente de la base de Morón, sobre el pueblo de Palomares (Almería). El accidente se produce a 9.000 metros de altura y los restos se dispersan en una zona de 260 km2.
Afortunadamente la explosión atómica, que hubiera sido equivalente a 6.000 bombas como la lanzada sobre Hiroshima, no se produce. Los detonadores de dos bombas explotaron en la caída, dispersando sobre los campos de Palomares contaminación de plutonio. Los informes oficiales reconocían que ciudadanos de la zona habían quedado contaminados por Plutonio.
Además de las catástrofes militares, también se han producido accidentes "civiles":
El Gobierno británico autorizó el transporte clandestino, en vuelos regulares, de residuos radioactivos, en cajas que viajaban como "valija diplomática".
El 25 de agosto de 1984, en el Canal de la Mancha, colisionaron el transbordador alemán Olau Britannia, con 935 pasajeros a bordo, y el carguero francés Mont Louis, propiedad de la Compagnie General des Matiéres Nucléaires (COGEMA) y de la sociedad eléctrica belga Synatom, cargado con 375 toneladas de hexafluoruro de uranio, repartido en 60 contenedores. La alarma cundió en el Canal. Los trabajos de recuperación de los depósitos del carguero zozobrado duraron hasta el 4 de octubre.
Un ejemplo más de lo arriesgado de los transportes radioactivos lo proporciona la "odisea" del Akatsuki Maru, que entre noviembre y diciembre de 1992, transportó tonelada y media de plutonio desde Cherbourg (Francia) hasta Tokai (Japón). Una singladura de 25.000 Km. sin escalas porque numerosos países cerraron sus fronteras al que se denominó "Chernobyl flotante", incluso países con centrales nucleares, como Brasil, Argentina o África del Sur.

Casos conocidos de desastres nucleares
El principal caso de desastre nuclear, ya nombrado en este informe, es el de la planta nuclear situada en la ciudad de Chernobyl, ex – URSS.
Hoy en dia se pudo definir que finalmente la explosion de la central nuclear se debio a un experimento realizado por los científicos del establecimiento y el personal encargado.
Aquí debajo se detalla con toda exactitud los pasos y en que momento sucedió la explosion:
En la unidad 4 de la Central de Chernobyl, se intentó ese experimento después de haberlo realizado, con éxito, en la unidad número 3. Para llevarlo a cabo, era necesario llevar el reactor a un 30 % de su potencia de funcionamiento (3200 MW térmicos).
El 25 de abril, a la 01:00 se comenzó a bajar potencia y a las 13:00 hs el reactor ya estaba funcionando a un 50 % de potencia, cuando se desconectó una de las dos turbinas. En ese punto, las autoridades del sistema pidieron que se lo mantuviera por necesidades de la red eléctrica. La central quedó esperando la autorización para iniciar la experiencia, cosa que ocurrió a las 23:00.
A las 23:10 se bajó la potencia del reactor. Por un error de operación (PRIMER ERROR) la potencia se bajó a un 1 %, provocando la condensación del vapor presente en el núcleo. Como el agua absorbe más neutrones que el vapor, esto introdujo reactividad negativa.
Si la "reactividad" es cero la reacción en el núcleo se autosostiene y la población neutrónica se mantiene constante; entonces, se dice que el reactor está crítico. Si es positiva la población neutrónica crece y, por lo tanto, la potencia del núcleo aumenta. Si es negativa la población neutrónica disminuye y el reactor tiende a apagarse. Adicionalmente - al bajar la potencia del reactor - la concentración de Xe131 subió, introduciendo un fuerte aporte negativo adicional de reactividad. Es un "producto de fisión" que actúa como gran absorbente de neutrones. Esta situación produjo preocupación en los operadores, ya que el reactor se apagaba inexorablemente. Entonces, decidieron extraer todas las barras de control del núcleo, algo que no estaba permitido por los manuales de operación (SEGUNDO ERROR). Fue posible porque el diseño no contemplaba el enclavamiento del mecanismo.
Con el reactor operando prácticamente sin barras, se alcanzó un 7 % de potencia, en un estado de alta inestabilidad. (Las barras de control absorben los neutrones excedentes, manteniendo al reactor estable o crítico. Su remoción introduce reactividad positiva).
El reactor poseía un sistema automático de control de caudal por los canales. Al trabajar a tan baja potencia, el sistema hubiese tendido a la parada. Para evitarlo, los operadores desconectaron el sistema de parada por caudal e iniciaron el control manual del mismo (TERCER ERROR). Nuevamente, la falta de enclavamientos permitió esta maniobra.
En ese momento, todo el refrigerante estaba condensado en el núcleo. A las 1:23:04 del 26 de abril de 1986, se decidió desconectar la turbina de la línea de vapor, para iniciar la prueba. Para poder hacerlo, los operadores tuvieron que hacer lo propio con otros sistemas de emergencia (CUARTO ERROR).
Al desconectar la turbina, las bombas comenzaron a alimentarse por la tensión provista por el generador durante su frenado inercial. La tensión fue menor y las bombas trabajaron a menor velocidad. Entonces, se formaron burbujas de vapor en el núcleo, insertando una altísima reactividad y, por lo tanto, un brusco incremento de potencia.
A la 1:23:40 el operador quiso introducir las barras de corte. Pero, ya era tarde! Para ese entonces, el reactor ya estaba a varias veces su potencia nominal.
La presión en los tubos subió rápidamente, provocando su ruptura. Estallaron!!!, levantando el blindaje de la parte superior del núcleo.
Algunos fragmentos de combustible y grafito en llamas fueron lanzados hacia afuera, cayendo sobre el techo de turbinas adyacentes, causando una treintena de incendios. Para las 5:00, los bomberos habían apagado a la mayoría de ellos, con un terrible costo en vidas por la sobreexposición.
Una vez detallado el suceso en Chernobyl, procederemos a extender la iformacion por medio de las cifras reales de esta catastrofe. Gracias a los datos extraidos de las publicaciones, podemos decir que un año después de la catastrofe, se habian evacuado a 116.000 personas, de las cuales 24.000 recibieron dosis severas de radiación. Según los medicos la enfermedad provocada en la glandula tiroides de los niños se debia a la exposicion eniodina 131
Cinco años después las grandes ciudades aledañas a Chernobyl estaban desalojadas y luego se pudo aseverar que 200.000 personas mas deberían ser desarraigadas de sus hogares.
Aun luego de muchos años los hacendados y granjeros de la zona siguen denunciando casos de animales contaminados, debido a esto aparecieron potrillos de 8 patas, animales sin ojos y craneo deformado; desde el accidente unos 200 cerdos y casi 200 cabras sufrieron anormalidades según datos de 1991.
En la nota periodística que se extiende debajo hace referencia al desastre causado por la fuga de radiación de dicha ciudad en la Union Sovietica:

Diario "El Mundo" (19/05/2000)
Chernobil registra un nuevo aumento de radiactividad:
Se produjo una avería en un reactor igual al que hace 14 años provocó una catástrofe de la cual hasta el día de hoy se siguen viendo sus consecuencias.
Esta central nuclear debería estar clausurada y aún está en funcionamiento.

Riesgo Nuclear en Argentina
En los articulos periodísticos que se detallan debajo se puede ver como la Argentina ha comenzado los proyectos de creación de un reactor nuclear y la ubicación de un basurero nuclear (un lugar especifico para los desechos de la creación de energia).

Economía: Río Negro
05/01/2000
El Invap pelea por otra licitación, ahora en Australia:
El Invap pelea por otra licitación para la construcción de un reactor nuclear. Esto sería de gran importancia ya que estos reactores permiten iniciar, mantener y controlar el desarrollo de una reacción nuclear en cadena.
Pero la fabricación de éstas instalaciones nos traería como consecuencias: residuos radiactivos, elevados costos para su construcción y el problema de muy difícil solución como las exigencias que trae aparejadas las precauciones necesarias de seguridad.
Pero hay que tener en cuenta que para la fabricación de cada uno de los reactores se estima alrededor de cinco años de trabajo.

Diario "La Nación " (12/10/1997)
Ocultan destino de residuos nucleares:
Creemos que deberían existir leyes aplicables y no contradictorias para controlar una situación tan seria y contaminante como es el desecho de residuos nucleares.
Por un lado, la Fundación Vida Silvestre asegura que los desechos deben ser depositados todos en lugares seguros, y estos sitios están sólo en la Comisión Nacional de Energía Atómica, en Ezeiza.
Pero por otro lado la Constitución Bonaerense prohibe el tránsito y almacenamiento de sustancias tóxicas en el territorio provincial.
Esta gran contradicción provoca un misterio sobre el destino de la gran cantidad de desechos nucleares que se generan en la ciudad.
Pero cuidar el medio ambiente y nuestra salud deberíamos concientizarnos de la peligrosidad de estos residuos, dictar una ley segura y unánime, y finalmente, aplicarla en la realidad.

Importancia espiritual del ORO

Del NUEVO COMIENZO DEL MUNDO (Trigueirinho)
Pag. 51-52 y 53

(...) Detrás de las mencionadas ilusiones hay un error aún mayor: el valor monetario atribuido al oro que es, en realidad, un metal noble que corresponde al sol y que tiene una función muy específica. El oro brota en las capas subterráneas del planeta, así como las plantas lo hacen en la superficie. Su presencia provee cierta porción de energía solar al interior del planeta, puesto que el sol no lo alcanza directamente. El equilibra, así, los componentes del suelo. Al brotar del interior de la Tierra, el oro hace pasar la fuerza solar que le corresponde a todas las sustancias físicas de nuestro mundo y a la Vida que aquí evoluciona. Como en las grandes montañas hay depósitos naturales de ese metal, el hombre puede gozar allí de mejor salud y de más vigor que en las planicies o en los lugares más bajos.

Dijo un instructor espiritual que la energía contenida en el oro es la fuerza electrónica radiante que actúa en una octava inferior con relación a la que actúa en el sol. El oro florece, en este planeta, como fuerza necesaria para la vida. Su emanación natural es equilibradora, vitalizante y purificadora. Por eso, es común, entre civilizaciones evolucionadas, que los hombres guarden consigo por lo menos un trocito de oro, como algo que es norma, tal como el aire que respiran y el agua que beben.

Empero, el oro no está siendo bien utilizado. Además de ser extraído indiscriminadamente del subsuelo (lo cual no debería ocurrir, como vimos, puesto que el interior de la Tierra necesita la vibración de ese metal precioso) éste no es distribuido equitativamente, en proporciones correctas. En vez de tener un uso adecuado, se lo viene aplicando como patrón de trueque, o sirve como ornamento de ambientes o de personas. Así, ese metal, que tenía que desempeñar una función esencial en el planeta, pasó a ser uno de los mayores instrumentos de la ambición y de la vanidad humanas y, por lo tanto, de las fuerzas involutivas. (...)

lunes, 29 de marzo de 2010

MINERÍA Y CAMBIO CLIMÁTICO

ACCION ECOLOGICA HACIA LA
Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de La Madre Tierra
Cochabamba, Bolivia 19 al 22 de Abril 2010

PRIMERA ENTREGA: MINERÍA Y CAMBIO CLIMÁTICO

La minería, al igual que otras industrias extractivas como la petrolera, causa severos e irreversibles impactos, en las sociedades y en el medio ambiente. Uno de estos impactos es el incremento del calentamiento global, con los consecuentes desastres climáticos. Aunque no siempre sea evidente, la relación entre cambio climático es directa.

Quema de combustibles fósiles en los procesos mineros
La industria minera y metalúrgica es responsable de más del 20% de las emisiones globales de gases con efecto invernadero (GEI) pues se estima que esta industria consume alrededor entre el 10-20% de combustibles fósiles. Este consumo se da en el uso de maquinaria y durante los procesos de explotación de los minerales y también se da con intensidad durante la refinación y procesamiento de minerales.
Las fundiciones metalúrgicas demandan grandes cantidades de energía en los procesos de remoción de humedad (secado), calentamiento de menas (tostado), fusión, recristalización, destilación, electrólisis, entre otros. En Perú, por ejemplo, las emisiones de CO2 provenientes de las fundiciones metálicas (La Oroya, Ilo y Cajamarquilla), sufrieron un incremento del 300% entre los años 1994 y 2000 de acuerdo al CONAMA, Perú. La industria de cemento y las siderúrgicas son particularmente consumidoras de combustibles fósiles y sumamente contaminantes de la atmósfera.
La producción de material particulado de plomo o azufre alteraran la composición atmosférica local y regional, provocando que la atmósfera se vuelva más seca y caliente.
En cuanto a la extracción de carbón y su posterior quema para termoeléctricas es directamente responsable del cambio climático por la combustión de este hidrocarburo.
Durante el transporte de los productos se emiten también muchos gases con efecto invernadero. El mercado de minerales tanto terrestre como marino, es gigantesco y pocos mencionan su peso en incrementar el cambio climático.

Emisiones de otros gases con efecto invernadero en la minería
Durante los procesos industriales mineros se emiten grandes cantidades de Óxidos de Nitrógeno y de Ozono a nivel de tierra que son, a parte del CO2, otros de los gases con efecto invernadero. La construcción de embalses para la generación hidroeléctrica para la industria minera es también directamente responsable de la emisión de metano (CH4) que es 20 veces más contaminante que el CO2.
Muchas faenas mineras se alimentan de energía generada por centrales termoeléctricas que queman petroleo o gas, o peor aún, queman coque de petróleo y carbón, los mayores contribuyentes al cambio climático.

Otros factores
En los lugares donde se instala la industria minera, hay un impacto social muy fuerte, pues en muchos casos ocupa tierras agrícolas fértiles y de cierta forma obliga a los agricultores a convertirse en empleados de la empresa minera. Esto tiene también un impacto sobre el clima, puesto que las comunidades campesinas con sus prácticas tradicionales, sin agrotóxicos o protegiendo los suelos enfrían el planeta.
Impactos por deforestación y pérdida de suelos
La pérdida de bosques es una causa muy importante del cambio climático. La industria minera muchas veces causa deforestación y la consecuente emisión de CO2. La degradación de suelos, por contaminación y remoción de las capas de suelo también son factores que contribuyen al calentamiento global.
La minería se está expandiendo en territorios indígenas quienes han cuidado por miles de años los bosques, que regulan el clima de la tierra.

El agua en la minería
La industria minera no solo contribuye a incrementar el cambio climático, sino que además acrecienta los impactos del mismo. La industria minera es altamente consumidora de agua y con el cambio climático, uno de los principales problemas será la disminución de los recursos hídricos, por lo que la industria minera estaría acrecentando la difícil situación climática.
La tendencia es el acaparamiento para garantizar su acceso, y la posterior contaminación y pérdida, lo que además estaría vinculado a la militarización, violaciones a los derechos humanos y agudización de los conflictos por el agua.

Otros impactos de la minería
Con el cambio climático habrá un aumento de las enfermedades y crisis en los sistemas de salud pública. La industria minera ahondaría el problema de salud pública puesto que es directa responsable de numerosas enfermedades respiratorias, entre otras.
Con el cambio climático se producirán hambrunas. La industria minera que ya atenta contra la soberanía alimentaria agudizaría el problema.
La industria minera se considera a si misma víctima del cambio climático, con una actitud de desprecio hacia los verdaderos afectados que son las comunidades indígenas y campesinas, en particular las mujeres, quienes a su vez ya son las principales afectadas por la industria minera.

La industria minera y las falsas soluciones al cambio climático
En lugar de enfrentar el problema del cambio climático a través de medidas coherentes como ya no extraer más hidrocarburos ni abrir más minas, proteger los bosques y respetar los derechos de los pueblos que habitan en ellos o alentar la agricultura campesina, se están promoviendo falsas soluciones como son las hidroeléctricas, las plantaciones forestales o la energía nuclear y el mercado de carbono. La industria minera es una de las principales promotoras de estas falsas soluciones.
Por un lado, la minería demanda de mucha energía por lo que tiende a construir centrales hidroeléctricas, que como ya dijimos emiten metano que acrecienta el calentamiento global. Por otro lado, la industria minera se ve alentada a extraer más uranio para satisfacer la demanda de las centrales de energía atómica, y sus consecuentes riesgos e impactos socioambientales.
No debemos olvidar tampoco que la industria minera está utilizando los Mecanismos de Desarrollo Limpio y el mercado de carbono, a través de centrales hidroeléctricas o plantaciones forestales para obtener créditos de carbono que le permiten seguir contaminando la atmósfera y seguir causando los desastres ambientales.
Con el pretexto de utilizar energía limpia, se priva a las poblaciones locales del uso del agua y se la destina a la construcción de proyectos hidroeléctricos. Se pretende justificar la ocupación de cientos de miles de hectáreas de uso agrícola, páramos y bosques para la implementación de las plantaciones forestales, con el argumento de que los árboles de éstas son concentradores de carbono. La apropiación ilícita de enormes territorios de bosques y páramos, es vista como una medida para evitar emisiones de CO2 causadas por la deforestación. Por último, con la producción de los mal llamados agrocombustibles - que están ocupando millones de hectáreas de suelos agrícolas -se está quitando el alimento a la gente para dar combustible a los vehículos .
Tales falsas soluciones al calentamiento global está arrebatando los suelos, los territorios, el agua y la biodiversidad de los pueblos indígenas y campesinos del mundo. Como una forma de lavar su imagen de ser parte de los responsables del cambio climático las empresas mineras promueven también los agrocombustibles con los conocidos impactos sobre el suelo, las comunidades, las culturas, los territorios indígenas, etc.

Más información:
mineria@accionecologica.org

domingo, 28 de marzo de 2010

LOS GIGANTES NO CESAN DE SANGRAR: Minería de uranio en Córdoba

La mina de Los Gigantes es un gran ejemplo de lo que hace la minería a cielo abierto, aún teniendo actualmente una Ley Provincial que la prohibe. Es casi imposible que esta mina se pueda remediar. Pasaron 20 años desde su cierre y sigue ahí, a cielo abierto, contaminando el cause del lago San Roque.
Se ve claramente lo que nos deja este tipo de minería y el interés del Gobierno por evitar que esto suceda.
Es una historia triste, pero estamos a tiempo para que esta mina no se convierta en algo peor: un cementerio nuclear.


Hay que seguir DESPIERTOS.
En Córdoba NO pasarán MÁS


¡ONGAMIRA DESPIERTA!

 Extraído del capítulo “AGUA” del libro “AGUA, TIERRA y AIRE” (2003) del periodista Pedro Jorge Solans*

(…) En la Argentina la política nuclear fue siempre un secreto de estado. Y uno puede preguntarse, ¿qué tiene de secreto la investigación tecnológica y la generación de energía atómica? Es decir, la búsqueda de nuevos conocimientos por un lado, y la obtención de energía por medios diferentes a la combustión y la hidráulica por el otro. Salvo que haya otras cosas que encubrir como los residuos radiactivos.(…) ¿Por qué nunca se informó - salvo cuando era indisimulable - sobre los accidentes en las centrales de Atucha I y Embalse?, ¿por qué existen centenares de denuncias - nunca respondidas con transparencias - sobre fallas en las centrales nucleares, enterramiento ilegal de residuos radiactivos y proyectos de basureros nucleares?, ¿cómo es posible que desde la Comisión Nacional de Energía Atómica se diga que nunca pasa nada y desde afuera - con la autoridad que tienen científicos, ecologistas e, incluso, ciudadanos, para dudar - se diga que pasa de todo?(…)

La desenfadada búsqueda de uranio en el macizo Los Gigantes, entre 1978 y 1991, generó en el Valle de Punilla una contaminación difícil de superar. Hoy la población se resiste a tener en plenas sierras un depositario nuclear.
Argentina intenta privatizar sus centrales nucleares desde que Domingo Cavallo asumiera el Ministerio de Economía, en la Presidencia de Carlos Menem. El plan de seducción del país para captar empresas interesadas en las centrales de Atucha y Embalse de Río Tercero cuenta con la oferta de un depositario de residuos radiactivos en Los Gigantes.
Un dossier que tuvo faja de “Secreto de Estado” durante algunos años menemistas, alega que la planta de Los Gigantes cumple con los requisitos para un depositario. Aduce resultados de un monitoreaje radiológico ambiental realizado el 12 y 16 de mayo de 1997. Además agrega que la planta ya almacena los residuos de la explotación del yacimiento uranífero Schlagintweit.
Córdoba concentra la mayor parte de la actividad nuclear del país. En los Gigantes se explotó el Schlagintweit. En la capital está la fábrica de combustible atómico, y en Embalse de Río Tercero se encuentra una de las dos centrales nucleares que existen.
Por este raro privilegio, los cordobeses padecieron tragedias con la contaminación uranífera de sus aguas y la pérdida radioactiva generada en la central Embalse de Río Tercero.
La explotación del Schlagintweit provocó la mayor contaminación radioactiva en cursos de agua en Sudamérica. Entre 1982 y 1985 se arrojaron a la cuenca del lago San Roque cerca de 300.000 millones de litros de líquidos ácidos que contenían trazas de uranio, radio, radón y tóxicos diversos. Fue un ejemplo de la improvisación, de la desvalorización de los recursos naturales y de la falta de respeto a la calidad de vida de casi dos millones de argentinos. A pesar de ello, el panorama que se avecina no es muy alentador. Ahora es pretender depositar allí la basura de las centrales nucleares argentinas.

CON LOS PIES DE URANIO
El terror implantado por el “Proceso de Reorganización Nacional” (1976/1983), no dejó espacio para someter a juicio otras aberraciones cometidas durante la cruenta dictadura militar. También llegó la muerte para la producción nacional. La soberbia de un plan desarrollado a oscuras no contempló nada. Y todo cayó bajo las garras depredadoras y simplistas de un objetivo sobredimensionado, mezquino y sin horizonte.
El proyecto de expansión en energía atómica que llevó adelante “la dictadura”, incluía la construcción de cinco centrales nucleares y el autoabastecimiento de combustible.
Se establecieron pautas que fueron lapidarias y en ese marco, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) hizo un enorme esfuerzo para cumplir con las políticas de trabajo que impusieron los militares.
El primer dilema que debió sortear la CNEA ante los “apurados objetivos” fue el hallazgo de reservas de uranio para el hipotético abastecimiento de las cinco centrales nucleares en un futuro inmediato.
Dentro de una campaña de exploración, que consumió 40.000 horas de vuelo de reconocimiento, se detectaron tres minas.
En la ciudad de Cosquín se reconoció una, que se llamó “Rodolfo”. Otra fue detectada en el macizo Los Gigantes, (2.34m.) y se la identificó como “Schlagintweit”, en memoria de un geólogo que trabajó en la zona en los años 60. Y más tarde, surgió el yacimiento “María Rosa” a tan sólo 10 km del “Schlagintweit”.
Los estudios de probabilidad de explotación de las reservas uraníferas de Córdoba finalizaron en 1978 y el “Rodolfo” fue considerado la mina más grande y rica en uranio de la Provincia. Posee cerca de 10.000 toneladas de mineral.

LA TENTACIÓN DE ERRADICAR UNA CIUDAD
El “Rodolfo” generó un serio debate dentro de la CNEA. Hubo un sector “duro” de técnicos y marinos que quiso explotar y propuso trasladar la ciudad de Cosquín. La postura de “los duros” se sustentaba en que era radimétricamente explotable con un valor radiactivo alto y floraciones a superficie de ciertos barrios. La explotación hubiera significado la desaparición de Cosquín que posee 17.000 habitantes y está a 720 metros sobre el nivel del mar.
Para suerte de los coscoínos primó en la CNEA la postura del grupo de técnicos que admitió complicaciones técnicas en la explotación y sostuvo que el impacto sobre la zona turística más importante de Córdoba iba a ser tremendo. Entonces, se decidió no explotarlo, pero “tampoco clarificar datos por razones obvias”.
La existencia de un yacimiento uranífero en una ciudad no fue materia de estudio. Sólo se evaluó la posibilidad de una hipotética explotación.
Cosquín tiene los índices radioactivos más altos del Valle de Punilla. La movilización del yacimiento sedimentario que posee puede producir daños inimaginables, y su municipio carece de apoyo técnico para manejar la situación. Ni la Provincia ni la CNEA se involucran en ello, y las administraciones municipales suelen cometer gravísimos errores como la remoción de tierra en los barrios más próximos al yacimiento.
El caso más conocido se registró en 1992 cuando el municipio removió tierra en el barrio La Mandinga durante la gestión comunal del intendente Rubén Ríos (1991/1995), y provocó la intervención de la Secretaría de Minería de la Provincia que obligó a detener los trabajos.
A raíz de ello, la Dirección de Geología quiso trabajar en una sistematización de la información geológica de la zona, como aporte hacia los propios habitantes y para ser utilizada en el sector turístico.
En ese entonces, Domingo Raúl Gonzalez y Aldo Antonio Bonalumi, director de Geología y jefe del Departamento de Investigaciones Geológicas, respectivamente, trabajaron en la elaboración de lo que habían llamado “un libreto para los intendentes de Punilla”. La intención era preparar un informe geológico completo sobre la región.
El informe iba a ser científico y de consulta técnica para profesionales; una fuente de datos para intendentes y funcionarios; y un soporte para la actividad turística. Peor nunca se conoció y los municipios siguen sin saber cómo manejar los recursos geológicos.

A EXPLOTAR EL MÁS POBRE
Descartado el “Rodolfo” y aún sin datos concretos sobre el “María Rosa”, a la CNEA no le quedó otra opción que explotar el más pobre en uranio. El mineral del “Schlagintweit” fue estimado en 1.000 toneladas de óxido de uranio (U3O6) y se presentaba en materias primas nucleares de baja ley: 300 partes por millón.
La CNEA apremiada por el tiempo llamó a licitación pública para el desarrollo de reservas, explotación minera y producción de concentrados de uranio en Los Gigantes, sobre un área delimitada de 100 kilómetros cuadrados. Y quedó a la espera de la “empresa señalada”.
Cabe acotar que las firmas proveedoras del Estado en el Proceso Militar tenían como principal rol “invertir y sacar réditos” de las operaciones declaradas de interés nacional.
En ese contexto, y alentados por la política económica del régimen, hubo empresas que cambiaron el rubro o ampliaron su horizonte de trabajo. Por ejemplo, Eduardo Sánchez Granel ingeniería S.A.I.C.F.I de vial, se hizo “sorpresivamente” minera a partir del contrato que firmó para explotar el Schlagintweit.
El convenio por el cual la CNEA, presidida por el contraalmirante Armando Quihillalt, adjudicó la explotación de Los Gigantes a Sánchez Granel e iba a durar hasta 1995. Se selló el 12 de julio de 1979 y se labró en base a la ley de Obras Públicas donde el riesgo empresarial no existe. Eso fue para la industria minera “una novedad”. Nunca había sucedido que la cesión de un yacimiento certificara una cierta cantidad de mineral. Además desvirtuó la ley 24.472, que en su artículo 5 señala: “las minas nucleares no pueden ser concedidas a particulares, su propiedad es de la Nación o de las Provincias, según el lugar donde se encuentran, y sólo pueden ser asignadas o transferidas al Estado Nacional, que no podrá enajenarlas”.
Por otro lado, el contrato celebrado se hizo cuando el uranio tenía una cotización elevada en el mercado. 100 dólares el concentrado. Durante la década del 80 el uranio perdió valor y el contrato se rescindió por mutuo acuerdo. Se adujo que la continuidad de la explotación obligaba a revaluar el precio y las condiciones adversas para Sánchez Granel. El costo del concentrado había descendido a 20 dólares.
Sánchez Granel removió 1.600.000 metros cúbicos de suelo para construir 20 kilómetros de caminos de montaña, una usina y una villa permanente. E hizo mesetas donde se instalaron 12 pilas de lixiviación estática y una presa de 8 hectáreas para la evaporación de efluentes acidificados. La empresa realizó sus rimeros trabajos de campo en inmediaciones de los ríos Cajón Norte, Cajón Sur, Los Vallecitos, arroyo Venancio y el Matadero, y la explotación comenzó con perforaciones en el área marginal del Schlagintweit.
Hasta septiembre de 1982 se realizaron cerca de 50.000 metros de perforaciones que presentaron un 67% más de los requerimientos de la CNEA.
Unas 1.000 perforaciones fueron perfiladas radimétricamente y permitieron radioevaluar el mineral. Eso produjo un incremento de reservas con una ley promedio de 0,29 por mil de óxido de uranio.
En agosto de 1985, el entonces titular de la CNEA, Alberto Costantini, admitió la contaminación química en la cuenca originada en el complejo de Los Gigantes.
El reconocimiento de la CNEA coincidió con la declinación del rendimiento del Schlagintweit. La empresa dejó de entregar uranio pero cobraba igual; y ante el reclamo dio a conocer, indirectamente, la realidad sobre el impacto ambiental que venía provocando.
En 1986 se inició el esclarecimiento de los daños que ocasionaba la planta. Una cascada de denuncias por contaminación acorraló a Sánchez Granel, que sólo tuvo tiempo para preparar la plataforma de lanzamiento de explotación de oro en San Luis.
Ese año aparecieron algunos síntomas como la mortandad de peces. Cardúmenes completos de Pejerrey y otras especies emergieron muertos en las costas.
La rescisión del contrato llegó en 1991. Y pese a que la CNEA recibió el 40% de lo que decía el contrato (5.000 toneladas aproximadamente), Sánchez Granel percibió el 100%.

UN BASURERO RADIOACTIVO
El ex inspector de la CNEA, Eduardo Pérez, quien tuvo a su cargo la verificación del cierre de la planta, admitió volcamientos de ácido a los ríos. En la represa se trataron los residuantes y para descomprimir la cantidad de efluentes se colcó al río; pero no en forma clandestina, ni subrepticiamente. Había que volcar y se volcó porque no había otra solución. Lo que ocurrió fue responsabilidad de la Provincia que careció de reglamento para regular pautas en cuanto al contenido de los líquidos que se volcaron”.
El ex inspector afirmó también que “ se cumplieron las normas de seguridad para la explotación de minas en los aspectos productivos, en el tratamiento general y en la certificación de la calidad de los productos”. Pero reconoció que el trabajo se hizo “desprolijo”.
Tras el cierre de la planta, Pérez asumió la dirección de la fábrica de combustibles radiactivos y la CNEA adoptó como solución para los efluentes residuales un “colesterado”, utilizando la evaporación, porque sólo contenían amoníaco, elemento químico que se usó para neutralizar el exceso de ácido.
Al respecto, Pérez dijo que el volumen de líquido disminuye año tras año. A principios de 1996 sólo había el 40% de volumen y la CNEA espera que en el 2004 no queden efluentes líquidos, sino vienen épocas extremadamente lluviosas.
El complejo de Los Gigantes produjo en su vida útil cerca de 2.400.000 toneladas de residuos y 1.600.000 toneladas de mineral marginal y estéril. El material se encuentra a cielo abierto y cuando llueve o se registran vientos se esparce sobre los ríos de la cuenca del San Roque.
Si bien para la CNEA, el ex complejo “Schlagintweit” está desactivado y sometido a tareas de reparación del Ambiente, la realidad indica que los materiales están autogestionándose sin más mediación que la climatología. Los monitoreas fueron escasos durante los últimos años, y desde el 2000 no se registra ninguna actividad de control.
La realidad de la planta certifica lo anunciado por el titular de la CNEA durante 1999, Eduardo Santos, “la Comisión espera el paso del tiempo. Lo único que aporta es personal de guardia, y no cuenta con los elementos adecuados para realizar las tareas que necesita el ex complejo”.
Ante la evidencia, la CNEA se esforzó en diferenciar un basurero de un depositario; y definió como basurero donde se arroja material; y un depositario, donde se controla y adecua el material depositado.
Para Santos, la planta de Los Gigantes no es un basurero nuclear, ni un depositario, sino una escombrera sin riesgo. Sin embargo, tildó a la situación del yacimiento como un problema a resolver como las colas de tratamiento del Centro Fabril Córdoba (CFC).

APURO POR PRIVATIZAR
Domindo Cavallo, durante la Presidencia Menem, impulsó un proceso de privatización de las centrales nucleares con tanta urgencia que hizo recordar el lanzamiento de explotación de los yacimientos en la época de la dictadura.
El apuro, del entonces ministro menemista, chocó con los requisitos que exigían las empresas invitadas a participar del proceso licitatorio: normas estrictas de seguridad en las centrales nucleares y depositarios bajo pautas de preservación del Medios Ambiente.
La situación llevó a que se modificara la estructura de la Comisión Nacional de Energía Atómica, y se creó la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN). Desde allí se hicieron grandes esfuerzos por cumplir con las exigencias internacionales para la privatización.
En 1998 deberían estar ubicados los reservorios respectivos para cada central y allí se debía trasladar los escombros radiactivos diseminados en el país.
En Mendoza se hizo el primer intento de acumulación de residuos y se involucró a municipios, entidades intermedias y universidades. La experiencia se quiso repetir en Los Gigantes; pero las distintas entidades ambientalistas apoyadas por la población, en especial de la localidad de Tanti, impidieron lo que parecía un hecho consumado.
En ese contexto, la CNEA emitió un comunicado ambiguo que decía: últimamente, varios medios periodísticos publicaron informaciones incorrectas sobre el Complejo Fabril Córdoba (CFC). En particular hablaron del “inminente” transporte de “residuos nucleares” desde esas instalaciones hasta la ex mina de Los Gigantes. Ante estas circunstancias, la CNEA aclara que tales residuos son colas de tratamiento de mineral de uranio, producto de una etapa de concentración inicial que se implementó en esas instalaciones - desde el año 1952 hasta 1977 - que pasó luego a hacerse directamente en las minas.
La CNEA agregó que en ese material no se encuentran elementos radiactivos nuevos; sino que son los que se hallaban en la naturaleza, pero en menor proporción. “Son pequeñísimas cantidades de radón, un gas natural radiactivo, inerte, que acompaña la transformación del uranio natural y que se encuentra en cualquier otro lugar de la corteza terrestre. Incluso en el interior de las viviendas construidas con cemento”.
Sin embargo, un informe del laboratorio de la Cooperativa Integral (COOPI), dice que “la reposición de nuevos materiales en Los Gigantes contribuiría a incrementar el efecto de lixiviación ya existente en el río El Cajón, que es un importante tributario del San Antonio que a su vez aporta casi el 50% del caudal de agua del lago San Roque”. La COOPI agregó que “ninguna solución técnica razonable puede indicar el depósito de material potencialmente nocivo para la salud en la naciente de los ríos de la cuenca que representa un 6% de la población del país”.

A LA ESPERA DE PLUTONIO
La CNEA consideró a la planta de Los Gigantes como el lugar más apropiado para la instalación de un basurero nuclear porque ya lo es: hay residuos a cielo abierto y soportó un tremendo impacto ambiental. Sólo carece de legitimidad ante la opinión pública.
Por eso aparece como la mejor alternativa para ubicar las 40.000 toneladas de residuos de baja radioactividad del Centro Fabril de Alta Córdoba.
La CNEA dijo que “para concretar ese traslado se necesita un proyecto de ingeniería sustentado en estudios geológicos e impacto ambiental”; a sabiendas que el impacto será menor al cometido y que nuevos estudios geológicos son imposibles de realizar por falta de instrumentos. Tal proyecto abarcaría el cierre definitivo de la planta, el albergue de las colas de uranio del CFC y otros residuos.
Las ventajas que según las autoridades presenta Los Gigantes es “la reunión en un sólo lugar de todas las colas de uranio y el bajísimo impacto que generaría por la radioactividad natural elevada que posee”.
El posible traslado de las colas de uranio sería una experiencia piloto con varios objetivos a cumplir: Desactivar la alarma de los vecinos con respecto a qué es lo que se lleva a Los Gigantes. Desnaturalizar cualquier resistencia demostrando que ese material, que se escondió tantos años, está constituido sólo por piedras que vuelven a su lugar natural. Generar confianza y acostumbramiento a todo movimiento concerniente a material atómico.
El logro de estas metas dejaría el acceso libre para presentar a la planta de Los Gigantes como un depositario óptimo para recibir otras clases de residuos como podrían ser los de la central nuclear Embalse, cuyos desechos contienen plutonio (Pu), que tiene una actividad radiactiva 300 veces mayor que el radio y se desintegra en 24.400 años.
Permitir el traslado de las colas de uranio de la CFC a Los Gigantes será saludar el paso de los camiones con plutonio.

* PEDRO JORGE SOLANS, nació en Chaco en 1959. Se graduó en la Universidad Católica de Córdoba y cursó estudios de periodismo, historia y política en las Universidades españolas Complutense (Madrid) y Lejonia (Vizcaya).
Participó en el 1º Congreso de Jóvenes Creadores Hispanoamericanos (Madrid, España, 1985).
En el año 1986 fue Mención en el premio Literario “Juan Bernier” de España. En 1987 fue Mención en el premio provincial de literatura “Luis de Tejeda” de Córdoba.
Dirigió el semanario “Diario del Valle” y las revistas ecologistas/culturales “Entorno” y “Nicandro”.
Fue corresponsal de Andrómeda (San José, Costa Rica) y Magazine (Lima, Perú).
Fundó y dirige actualmente el Diario de Carlos Paz (Villa Carlos Paz, Córdoba).

martes, 23 de marzo de 2010

En busca de la "seguridad ecológica"

El nuevo concepto implica asegurar a las poblaciones el acceso a los recursos naturales que necesitan, en contraposición con el modelo que privilegia garantizar los recursos naturales que demanda el mercado de los países desarrollados. Gian Carlo Delgado analiza aquí cómo funciona la actual "geopolitización" de esos recursos y sus efectos sobre países como la Argentina.
 Fuente: diario Página/12

-¿A qué se refiere cuando habla de "seguridad ecológica"?
-Hay una tendencia a vincular la cuestión de la seguridad con el tema medioambiental. Esto nace en el aparato de seguridad de los Estados Unidos y luego pasa a nuestros países. Frente a este concepto, que ha tenido mucho éxito en el discurso del poder, aparece una contrapropuesta: debemos buscar la "seguridad ecológica", que supone asegurar que la población tenga acceso a los recursos naturales que necesita, en contraposición al concepto de "seguridad ambiental".

-¿Qué recursos considera usted que son estratégicos actualmente?
-Esa es una clasificación que hace el Pentágono refiriéndose, fundamentalmente, a minerales. Yo la generalicé porque se da muy bien con el resto de los recursos. En un primer plano se ubican los energéticos (petróleo y gas). En un segundo nivel, agua y minerales (los más escasos, que se usan en procesos productivos). Y en un tercer nivel, biodiversidad (banco de genes y fuente de códigos genéticos para el desarrollo de nuevas tecnologías).

-Por ejemplo, en Colombia se patentaron genes de biodiversidad.
-Se están haciendo patentamientos en toda América latina, no sólo de plantas sino de humanos. Por ejemplo, de aborígenes que tuvieron poca mezcla con otras razas y pueden conservar una variedad genética distinta. Eso se ha recolectado y, en algunos casos, patentado.

-¿En qué se diferencian los recursos estratégicos de los críticos?
-En que los recursos estratégicos son los que posibilitan los procesos productivos clave para garantizar cierta hegemonía a nivel nacional o mundial, mientras que los críticos son para uso militar, se usan para el desarrollo de la industria bélica. Son materiales muy específicos, por ejemplo los que se utilizan en la industria de la electrónica aplicada al campo militar. Estados Unidos tiene una dependencia importante respecto de esos materiales y las dos terceras partes de esa demanda salen de México y Canadá. La visión pública de la minería es clásica.

-¿A qué se refiere?
-Por un lado, se argumenta que las vetas no tienen tanto impacto ambiental. Por otro, la gente vincula los procesos de extracción minera sólo con el cobre en Chile y el oro o el carbón en Colombia. Pero no se trata sólo de eso, tenemos que visualizar con más firmeza minerales que, aunque en menores cantidades, son estratégicos en términos de hegemonía.

-¿Se refiere a los vinculados con tecnología militar o con la que se aplica a la informática?
-Exactamente. El berilio, por ejemplo, se aplica para las cabezas nucleares, sensores, computadoras, aviones, misiles o satélites. Es un compuesto muy particular y muy tóxico, hay que tener mucho cuidado en su uso. Las tierras raras, que son clave para la industria de la informática, se exportan también. El grueso de las tierras raras lo tiene China (un 80 por ciento), el resto lo tiene Estados Unidos y hay en menores cantidades en otros lugares. Por eso es que hay que prestar atención a otros minerales que no llaman la atención por su cantidad pero tienen un rol estratégico. Un caso muy importante en América latina es el que se refiere al litio.

-En el norte argentino, dos empresas, Orocobre y Toyota Tsusho, anunciaron que desarrollarán un proyecto para extraer litio. Lo presentan como un proyecto con mucha inversión y beneficioso para la población.
-Así se presentan todos los proyectos mineros. Lo que sucede es que ahora cada vez dependemos más del litio por todos los aparatos electrónicos que utilizan baterías. Bolivia tiene la reserva de litio más grande del planeta. Evo Morales dijo que el Estado se asociará con otras empresas o creará la propia para extraer litio. Aunque eso no nos dice nada sobre si una empresa estatal garantizará hacia dónde van las ganancias. Además, serían ganancias muy pequeñas porque no van a procesar el litio, es decir, no harán las baterías, que es donde está la gran ganancia. Lo mismo sucede en México, donde el año pasado se descubrió un yacimiento de litio similar al de Bolivia. En la minería, los modos de extracción son mucho más agresivos.

-¿Agresivos en qué sentido?
-Por un lado, la tecnología es más agresiva con el medio ambiente y afecta a las poblaciones aledañas. Las "demandas del mercado" -así se lo presenta- hacen que se extraiga mucha más cantidad de minerales. En realidad son los patrones de consumo de los países más desarrollados los que presionan para que haya una mayor explotación de yacimientos. Además, las multinacionales mineras empiezan a explotar yacimientos de baja ley, es decir, de baja concentración de minerales y buscan la mayor rentabilidad posible. Este esquema, de modo menos agresivo, se vio en la época colonial, en muchos países de América latina.

-¿Cuáles son las características más visibles de ese esquema?
-Por ejemplo, no consultar a las poblaciones locales. Cuando llegan los proyectos mineros a los lugares, despojan la tierra, engañan a los comuneros y negocian cifras de compensación a 30 o 50 años, que terminan siendo montos ridículos, por prácticamente destruirles la tierra. Son montos absurdos los que pagan. El despojo tiene dos formas: como se hacía en la colonia, sin ningún permiso o, como se hace ahora, mediante un proceso de negociación ficticia. Se vende como un proyecto de desarrollo que creará empleo y derrame económico, cuando, en los hechos, no crean derrame económico y generan muy pocos empleos. Cuando la gente ve que les destruyeron la tierra y se ven despojados y reacciona, se empieza a generar una serie de mecanismos legales, de desprestigio social y de criminalización de los movimientos antimineros, por parte de la empresa y de otros actores involucrados en el negocio que implica la minería.

-¿Cuánto puestos de trabajo se calcula que crean estos proyectos?
-En los pueblos de América latina donde llegan estas mineras, la cantidad de empleados no pasa las tres o cuatro decenas. Luego vienen trabajadores de otras regiones del país o son técnicos formados. La versión de las empresas es que son lugares aislados donde hay gente campesina, humilde, con poca formación técnica y que no puede manejar maquinaria que nunca ha visto en su vida. Y esa gente queda totalmente afuera de esta idea de desarrollo.

-¿Cómo se dan los mecanismos de criminalización de estos movimientos?
-En el caso de Barrick Gold o New Gold, capitales canadienses que operan en México y en otros países, se ven los mismos fenómenos de criminalización. En la Redlar (Red Latinoamericana contra represas) se ven casos como el de Blackfire, una minera canadiense que opera en Chiapas, México, involucrada en el asesinato del principal líder del movimiento opositor a la mina, Mariano Abarca Roblero. Recientemente asesinaron a otro líder de un movimiento antiminero y a su esposa, vinculados con la mina de oro Marlin, en Guatemala. En general, las mineras tratan de empantanar las quejas de la población mediante procesos legales. Y una de las debilidades de los movimientos sociales es que usualmente no tienen asesoría legal.

-Además de las empresas, ¿qué actores intervienen para la realización de estos proyectos?
-En México, los actores involucrados son el gobierno federal, al que se pide el permiso de exploración, la empresa y algún ingeniero o geólogo local. Una vez que se confirma que hay mineral se pide al gobierno federal un permiso para la explotación, muchas veces se compra un permiso existente porque se trata de viejas zonas de minería. Uno de los problemas más importantes en los proyectos mineros es el del agua; normalmente, están en zonas con poca disponibilidad de agua, que luego desechan totalmente contaminada. Muchos de los permisos tienen que bajar desde la escala federal, pasan por los estados y llegan hasta el municipio, que sería la zona local donde opera el gobierno directamente. En todas estas escalas se van tejiendo escalones de corrupción. Cuando se llega a la escala local, se suele "comprar" al gobierno directamente. En el caso de Cerro San Pedro, en México, el secretario de Gobierno era, además, funcionario de la mina. Este tipo de vinculaciones son importantes para poder hacer operativo el proyecto. En otros casos más complejos, cuando hay una población más grande, se hacen alianzas con algunas personas para que sirvan como choferes del material que se saca. Con este tipo de alianzas, si bien se da con una porción de la población, se logra legitimidad.

-¿Por qué dice que no generan derrame económico?
-Porque los impuestos que se les debe cobrar a las empresas generalmente no se pagan, por varias razones. Durante la década del noventa, casi al mismo tiempo en todos los países de América latina se formularon leyes de minería, según las cuales el capital internacional que realiza inversión extranjera directa (IED) puede operar en esos países más fácilmente. Se les da tratamiento de capital nacional, certeza jurídica, la garantía de sacar las ganancias y todo lo que implica la política neoliberal en términos de inversión extranjera directa.

-¿Cómo hacen las empresas para evitar el pago de los impuestos?
-Hay dos mecanismos. Uno es la salida del capital y el envío a la empresa matriz sin ningún cargo. El otro es declarando gastos para liberar impuestos. Barrick Gold, en el 2003, obtuvo 2035 millones de dólares y, después de toda la ingeniería contable, pagó de impuestos cinco millones de dólares. En 2002, la misma empresa logró declarar más gastos de lo que tenía que pagar de impuestos y el Estado canadiense tuvo que regresarle 16 millones de dólares.

-¿Hay algún caso emblemático de proyecto minero que se pueda mencionar en América latina?
-Es que gran parte de los proyectos de la nueva gran minería, la de tajo a cielo abierto, empieza apenas a aparecer. Menos del 5 o 6 por ciento de los proyectos están operativos, es decir que están sacando el mineral, el resto está en la instancia de estudios de factibilidad. Hay casos importantes, pero no son las principales minas a nivel internacional porque todavía no logran consolidar el proyecto de extracción. Pero en México, una mina de Gammon Gold opera en 12 mil hectáreas de Ocampo. Y junto con otra mina contigua genera el 25 por ciento del oro de todo el país. La propia Gammon Gold, en el mismo municipio de Ocampo, extrae el 14 por ciento de la plata. Por primera vez el año pasado, México tuvo más producción de oro que de plata, en cuanto a su posición mundial. El caso de Esquel, en Argentina, es otro muy significativo. El capital canadiense se está especializando mucho en oro y plata.

-¿Qué particularidades tiene la geopolitización de los recursos, que se dio en EE.UU. a partir de los años '90?
-En el marco de la vinculación del medio ambiente con la seguridad, la geopolitización proviene del aparato del Estado norteamericano, particularmente del área de seguridad. En la década del '90, por primera vez en el Plan estratégico de Estados Unidos aparece la necesidad de vincular la cuestión de seguridad con los recursos naturales. Ellos argumentan: "Nosotros tenemos que garantizar que Estados Unidos tenga los recursos que necesita". Eso implica saber dónde están los recursos fuera de ese país. La geopolitización significa asegurar los recursos por la vía del mercado o del Pentágono. Por ejemplo, en Irak entran con mecanismos militares y diplomático-militares y así generan un mejor escenario para que después sí pueda entrar la Inversión Extranjera Directa (IED). Lo que se ve en Irak se replica con otros procesos extractivos de América latina.

-¿Cómo se vuelca la estrategia geopolítica de Estados Unidos en el Amazonas y el Acuífero Guaraní?
-A fines de la década del '90 y principios del 2000 comenzaron a salir proyectos de conservación para la Triple Frontera, financiados por el Banco Mundial y las Naciones Unidas. La idea al principio era saber cuánta agua había allí, era una de las cuestiones que querían aclarar, respecto de los datos que tenían en los años '70. Esto coincidió con un momento en que se estaba hablando del agua como recurso estratégico, una coyuntura en la que quedaba muy claro que Estados Unidos tiene una preocupación tremenda por el acceso a fuentes de agua. En el fondo, lo que está en juego es cómo se asegura el agua para que se exporte de otras maneras.

-¿Como cuáles?
-De la zona argentino-brasileña productora de soja y otros cultivos, no sólo se exporta granos sino también agua. Es muy importante asegurar que las grandes empresas agroindustriales de esas zonas tengan agua, porque esos granos van a beneficiar a los países compradores. Otra cuestión tiene que ver con el negocio del agua embotellada. Ya no se trata sólo de transferir el agua para la industria, sino que hay empresas que están embotellando agua para su exportación. Estos intereses empresariales son los que se geopolitizan. En la Triple Frontera hubo amenazas verbales de securitizarla. Hay presencia militar, más o menos reconocida por Estados Unidos. Se quiere implementar operaciones de avanzada, que son pequeños grupos de alta movilidad.

-¿Cómo contribuye la crisis de gobernabilidad hídrica a que se dé esta situación?
-Es interesante analizar cómo el Ejército cambia su visión: en Argentina el Ejército sacó el Proyecto 2025. Así como los recursos hídricos o la zona del Acuífero Guaraní en su conjunto son importantes para Norteamérica, que busca asegurar un beneficio para sus empresas y el crecimiento del mercado estadounidense, el gobierno de Argentina securitiza sus recursos. En el Plan 2025 se cambia la hipótesis de guerra, que ahora es la defensa de los recursos. Ese documento supone reorganizar la estructura del Ejército hacia adentro y cambiar escenarios de defensa.

-¿Cuál sería el enemigo, según el Plan 2025?
-El enemigo es todo aquel que quiera hacerse del recurso, todas las zonas fronterizas. Quisiera remarcar que, en el fondo de la geopolitización, lo que se busca es asegurar que estos recursos lleguen a los destinos por vía del mercado. Así se liberan de la imagen del imperialismo, aunque sigue siendo lo mismo porque en el momento en que este flujo se pare entra el Pentágono.

-¿Los Estados y empresas europeas tienen el mismo pensamiento?
-No les he seguido la pista. Valdría la pena saber sobre el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que tiene capital para hacer IED en proyectos productivos, pero no rinde cuentas a nadie, no tiene un sistema transparente de informar en qué invierte y cómo opera. Pero en el caso de la minería, el capital europeo no es muy fuerte.

-¿A qué se refiere cuando habla de que hay "políticas democidas" en relación con la seguridad alimentaria?
-Ese concepto lo planteé en el marco de la política de promoción de los agrocombustibles. Nosotros, los mexicanos, perdimos la capacidad de autosuficiencia, ahora importamos poco más del 40 por ciento de los alimentos, incluyendo los granos básicos, maíz y frijol. El abandono del apoyo al campo en acuerdo con la propuesta del Banco Mundial llevó a que se desplomara la participación económica del campo mexicano y desaparezca el mediano y pequeño campesino. Al mismo tiempo, hay mucho apoyo a proyectos agroindustriales de producción de maíz para la generación de etanol. La política democida tiene dos vertientes. Por un lado, la política neoliberal está desmontando la soberanía alimentaria y hace competir los alimentos con la generación de energía. Por otro lado, el Estado abandona la responsabilidad social en términos de gasto en educación, salud y los servicios que requiere la población.

viernes, 19 de marzo de 2010

Los países más populares según el sector minero

Entrevista a Jason Tomkinson, consultor de inversiones de Canaccord. Economista de la Universidad de Simon Fraser, en Canadá, trabaja desde hace cinco años como consultor de inversiones. Todo es cuestión de dinero.
Fuente: diario El Comercio
13/03/2010.

¿Qué papel juegan las compañías consultoras en la feria minera de Toronto?
Mi trabajo en la feria PDAC 2010 es evaluar a las compañías que participan, encontrar a las mejores y regresar donde mis clientes para indicarles cuáles son las mejores y dónde deben invertir su dinero. Nuestra compañía se mueve en el área de los inversionistas minoritarios. Son personas que a nivel individual buscan quien administre su dinero y los guíen con su experiencia en diferentes inversiones.

¿Qué rentabilidad ofrecen las inversiones en minería? ¿Por qué está aquí?
Puede ser importante si se sabe cómo manejarlas. La rentabilidad varía en función del riesgo. Personalmente, busco que las inversiones para mis clientes generen una rentabilidad del 100% o más. Pero si están dispuestos a tener esa rentabilidad, también deben estar dispuestos a perder todo su dinero. Eso es la inversión de alto riesgo y en esa categoría está Ecuador. Pero el hecho de ser un país inestable políticamente abre una oportunidad para que los inversionistas obtengan una mayor rentabilidad.

En este contexto, ¿cuál es la situación de las compañías mineras en Ecuador?
Hace tres años, cuando (Rafael) Correa llegó al poder se cambiaron las normativas en el sector minero y se paralizaron las operaciones de las compañías mineras. Los inversionistas cayeron en pánico, no sabían si las compañías mineras podían continuar con sus trabajos de exploración en las zonas donde operaban, la gente retiró los fondos que tenían invertidos en esas compañías y los precios de sus acciones se vinieron al suelo en la Bolsa.

¿Y qué pasó luego de la expedición de la nueva Ley?
Con la Ley y el anuncio de que Ecuador se abría a la minería a gran escala las cosas mejoraron por un momento. Sin embargo, nuevamente las compañías mineras tienen dificultades en reanudar sus operaciones y eso desalienta a los inversionistas internacionales. También la nueva Ley deja varias preguntas sin responder como qué porcentaje de regalías irá al Estado, o qué impuestos habrá sobre la producción de minerales cuando comiencen a explotarse las minas. Hasta que esto se defina estamos esperando. Pero vemos que las compañías van a empezar nuevamente a trabajar.

¿Si reanudan sus actividades la gente estará interesada en comprar más acciones y los precios van a subir?
Sí, actualmente el riesgo de inversión es muy alto, pero el retorno también es muy alto. Cuando el riesgo baje, también se reducirá el retorno.

Pero no se sabe cuánto tiempo tome este proceso...
Es esa es la cuestión, si usted invierte ahora y el Gobierno ecuatoriano no toma ninguna decisión de apoyo a la minería, ese dinero no tendrá ningún retorno en varios meses. Es preferible que lo ponga en los bancos. Pero si en dos semanas se definen los estándares de utilidad para la compañías, la participación del Gobierno en impuestos y regalías, tendrás un retorno mayor en un corto período. Ese es el riego. Si usted es mi cliente tiene que saber cuáles son sus riesgos.

¿Cómo está el riesgo de Ecuador con relación a otros países de la región?
Uno de los mejores países para invertir en Sudamérica es Perú, otro país interesante es Argentina. Colombia también se está volviendo popular. Para mí, Ecuador es similar a donde estaba Colombia hace dos años.

jueves, 18 de marzo de 2010

CÓRDOBA: Apoyo universitario a las comunidades afectadas por la megaminería

El cuerpo de consiliarios de la UNC manifestó, a través de una declaración, su solidaridad con los habitantes perjudicados por esa actividad económica, en sus reclamos reivindicatorios. También repudió la represión policial y criminalización de la protesta social ocurrida en la comunidad de Andalgalá, Catamarca. [16.03.2010]

El Consejo Superior de la Casa de Trejo aprobó el martes 16 una declaración en la que expresa su “total apoyo y solidaridad a las comunidades afectadas por la megaminería en sus reclamos reivindicatorios, en procura de la protección de su derecho a la vida”.
El texto además repudia la “violenta represión policial y criminalización de la protesta social” ocurrida en la comunidad de Andalgalá, Catamarca, a comienzos de febrero.

miércoles, 17 de marzo de 2010

El Gobierno avanza con Atucha III, un negocio de US$ 3000 millones

La demorada y polémica construcción de Atucha II. | Foto: CEDOC
Demoras y denuncias en atucha II

Avanza Atucha III, un negocio de más de US$ 3 mil millones
El kirchnerismo dio pasos decisivos en las últimas semanas en su ambicioso y costoso programa nuclear que incluye levantar una cuarta central atómica en nuestro país, Atucha III, un mega proyecto de más de 3 mil millones de dólares que sería realizado y financiado junto con Canadá, Rusia y Francia, naciones con las que el ministro de Planficación, Julio de Vido, firmó acuerdos recientemente. La iniciativa se enmarca en lo que parece ser una revitalización mundial de la energía atómica. El problema es que Atucha II tiene un atraso de casi dos años, peleas gremiales y denuncias de corrupción.
Por Pedro Ylarri

Panoramica. La demorada y polémica construcción de Atucha II, y la presidenta Cristina Fernández inspeccionando las obras junto al ministro Julio de Vido.
El Gobierno avanzó sigilosamente en las últimas semanas en un ambicioso y polémico plan para construir una cuarta central nuclear en la Argentina, un mega emprendimiento de más de 3.000 millones de dólares que ya recibió el visto bueno de Estados Unidos, Francia, Rusia y Canadá; en lo que parece ser una revitalización local y mundial de la energía atómica, un contexto en el que nuestro país pretende ser un jugador central en los próximos años.

El proyecto aparece en el tramo final de la construcción de Atucha II –el tercer reactor en suelo argentino luego de Atucha I y de la central cordobesa de Embalse–, que viene con un retraso de casi dos años de lo prometido por el Gobierno, además de denuncias por sobreprecios y peleas gremiales en empresas cercanas al ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, algunas de las cuales terminaron entre balas y cuchillos.
El mega emprendimiento que, de llevarse a cabo sería el más importante del país, será llamado Atucha III y su construcción fue aprobada por ley a fines de noviembre pasado sin un debate demasiado amplio por el Congreso, a días del recambio legislativo. En septiembre, antes de sancionarse, el Gobierno sin embargo, ya había firmado un convenio con una empresa canadiense para su construcción y tenía a su disposición los terrenos en los que se levantará la nueva central, “río abajo de donde funcionan Atucha I y II, también al margen del Paraná”, explicaron fuentes oficiales.
Con cautela, fuentes cercanas al proyecto, empresariales, de países extranjeros y académicas revelaron a PERFIL detalles de la nueva planta, que para la comunidad científica local es “un gran orgullo nacional” y un avance más hacia su anhelo máximo: la construcción de un reactor argentino que provea de energía comercial. Un sueño que no está tan lejos con el llamado prototipo CAREM, un modelo a escala que está siendo probado en el predio de Atucha con la idea de instalarlo en Formosa, según les prometieron a las autoridades provinciales.
La construcción de la nueva planta estará a cargo de la empresa Atomic Energy of Canada Limited (AECL), cuyas autoridades firmaron en septiembre pasado, un acuerdo con la argentina Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA), operadora de las centrales Atucha, y con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), principal entidad científica y regulatoria sobre asuntos del tema.
Según dijo la empresa canadiense en un comunicado y en su informe anual de 2009, el acuerdo supone la extensión de la vida útil del reactor CANDU-6 en la central de Embalse, Córdoba, y el desarrollo de uno igual para la cuarta central. Además, su presidente, Hugh MacDiarmid, aseguró en un informe reciente de gestión de la empresa que se encuentran “muy avanzadas” las negociaciones con la Argentina para el desarrollo de Atucha III.
La nueva planta, dijeron las fuentes, usará –a diferencia de la de Embalse– el reactor ACR-1000, capaz de generar entre 1.200 MW y 1.500 MW de energía, respecto a los 750 MW que produce la central cordobesa. “En principio el reactor iba a ser igual que el de Córdoba, pero finalmente se optó por el ACR-1000”, aprobado el año pasado por las autoridades canadienses, informó a PERFIL una fuente de la Secretaría de Energía, que pidió reserva. La empresa NASA, como la la CNEA, se excusaron de comentar el proyecto a este diario, pese a que son las encargadas de llevar adelante el llamado Plan Nuclear Argentino.
El Gobierno aspira a construir un “polo nuclear” en Lima, la localidad de diez mil habitantes del norte bonaerense en la que se levantan las centrales. La zona, añadieron las fuentes, se eligió por su “virtualmente nula” actividad sísmica, su capacidad de interconexión al sistema eléctrico y hasta por “la comodidad de los cinco mil trabajadores que pasarán de construir Atucha II a Atucha III; no hay que olvidarse de que es la principal obra pública del país”, explicó. Según ese criterio, la nueva obra comenzará una vez que Atucha II sea completada, a mediados de 2011.
Todavía no se ha abierto la licitación, aunque si continúan los mismos obreros, continúan las empresas que los contratan. Buena parte de los 3.200 millones de dólares que costaría la nueva central se la llevará la obra civil y parte del interior de la planta que no corresponde al reactor, y que estará a cargo de empresas argentinas, algunas de ellas cercanas al Gobierno.
Es el caso de Electroingeniería ICS SA, la firma cordobesa que basa su facturación en la obra pública que realiza el ministerio de Planificación Federal en el rubro energético. También está IECSA, una constructora con abultados contratos con el Estado (y que con Electroingeniería se anotó para construir las polémicas represas La Barrancosa y Condor Cliff, en Santa Cruz). Ambas, junto con la española Dycasa a cargo de la hidráulica volverían a estar a cargo de la obra que debería durar entre cinco y seis años, de acuerdo con las proyecciones de la firma canadiense.
La obra tiene su visto bueno legislativo a través de la llamada Ley Nuclear, aprobada el 26 de noviembre pasado, que dispone –sin mencionar de donde se sacarán los fondos– la construcción de una “cuarta central de uno o dos módulos de energía de fuente nuclear”. La obra es monumental, ya que empleará en forma directa a unas 6 mil personas en unos 700 frentes de trabajo, desde soldadores a plomeros. Una vez terminada, no empleará más que a 600 personas, doscientas más que las 400 que empleará Atucha II.
Con la crisis, los canadienses pensaron que el proyecto se postergaría, aunque el Gobierno salió a buscar nuevos socios para el plan nuclear nacional, en especial Rusia, Corea del Sur y, en esta última semana, Estados Unidos y Francia. De Vido incluso se ilusionó el martes en París, en una convención sobre el tema (ver recuadro), tanto, que dijo que “la Argentina quiere enriquecer uranio y tener usinas con uranio enriquecido; queremos una cuarta y una quinta usina nuclear en el país”. Y reclamó financiamiento.

Semana clave. El Gobierno nacional, con su abanderado ministro Julio de Vido –a quien periodistas venezolanos llaman ‘señor Burns’ por su insistencia en la construcción de una central nuclear en ese país– viene siguiendo una carrera a todo trapo desde fines de 2009 para construir Atucha III y promover al país como proveedora de tecnología.
El tema nuclear trajo decenas de novedades en las últimas semanas, en especial la última, cuando quedó claro que existe un nuevo “viento de cola” para retomar la construcción de centrales nucleares. Algunas de las “buenas nuevas” para el Gobierno, son las siguientes:

u En enero, el funcionario de la Cancillería Rafael Mariano Grossi fue designado jefe de Gabinete del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). El 9 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, invitó a Cristina Fernández a la cumbre de seguridad nuclear en Washington, que se realizará en abril. Días después, anunció la construcción de la primera planta de energía nuclear en casi treinta años.

u Este lunes, la Corporación Andina de Fomento (CAF) otorgó un crédito por 240 millones de dólares para la ampliación de la vida útil de la Central Nuclear Embalse. Se trata del primer préstamo en su tipo a nivel mundial que otorga a un organismo multilateral para la concreción de un proyecto de energía nuclear.

u El mismo día, De Vido se reunió con Dan Poneman, subsecretario de Energía de los Estados Unidos, para solicitarle financiamiento para el Plan Nuclear y reclamó lo mismo un día después, en la Conferencia Internacional sobre el Acceso a la Energía Nuclear Civil, realizada en París, y vista por la comunidad científica como el inicio de una nueva era de fortalecimiento de la energía nuclear. Un día después, el ministro invitó al vicepresidente de la estatal francesa AREVA, Dominique Mockly, a participar (y financiar) la construcción de un nuevo reactor.

Atucha II. La energía positiva de De Vido no se condice con lo que por estos días sucede en la segunda planta de la localidad de Lima que, según anunció el Gobierno al inicio de obras en 2005, debía estar terminada el año pasado. El proyecto consume 1,5 millones de dólares por día y el secretario de Energía, Daniel Cameron ya anunció que “va a llevar más tiempo que el que se tenía previsto, no creo que se pueda terminar antes de junio de 2011”.
El proyecto original comunicado al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia de Naciones Unidas especializada en el tema, suponía un presupuesto de 700 millones. En 2006, cuando se consolidó el plan nuclear y se elevó el proyecto de ley, la terminación de la obra ya se estimaba en unos 1.400 millones de dólares, monto que pasó a 2.100 millones en 2009, según datos de la secretaría; sin embargo, festejó la terminación de las obras civiles, en especial la toma de agua del Paraná que realizaban unas 700 personas.
Atucha II, emplazada sobre la ribera derecha del Paraná a unos veinte kilómetros de Zárate, siempre amenazó con convertirse en otra Yacyretá. Fue planeada en los años 70 y tardó dos décadas en ser levantada, hasta que fue cerrada en los 90 y vuelta a abrir durante el kirchnerismo.
La descoordinación de los cinco mil obreros que trabajan generó en los últimos meses roces y episodios de violencia, denunciaron ATE y dirigentes del Polo Obrero.

Fuente: http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0451/articulo.php?art=20427&ed=0451

martes, 16 de marzo de 2010

A la cabeza de la violación de derechos humanos

Las empresas extractivas contribuyen directa o indirectamente a la violación de los derechos cuando no generan procesos de consultas adecuados a las comunidades, las desalojan de las tierras reclamadas por las empresas y contaminan los recursos de las comunidades como son el agua, la tierra, de los que dependen para su vida.
Fuente: Servindi

09/03/2010. Las industrias extractivas están involucradas en violaciones a los derechos humanos fundamentales afirmó Keith Slack, director del Programa Global de Industrias Extractivas de Oxfam.

Se trata de un problema global debido a que las actividades mineras y de hidrocarburos comprometen en diversas partes del mundo derechos humanos como los derechos a la vida, a vivir libre de tortura y malos tratos, a la libertad de reunión y asociación, a un nivel de vida adecuado, a la alimentación, al agua y la vivienda adecuada.

Keith Slack efectuó tales declaraciones durante su participación en la presentación de dos videos de Oxfam sobre los conflictos ocasionados por la empresa Río Blanco Cooper S.A., antes Minera Majaz, en la sierra de Piura.

Las empresas extractivas contribuyen directa o indirectamente a la violación de los derechos cuando no generan procesos de consultas adecuados a las comunidades, las desalojan de las tierras reclamadas por las empresas y contaminan los recursos de las comunidades como son el agua, la tierra, de los que dependen para su vida.

Slack citó un estudio realizado por el Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos y Empresas Transnacionales en el que se informa que de los 320 casos de violación a los derechos humanos, el sector que obtuvo más denuncias fue el de las industrias extractivas con un 28 por ciento de menciones.

"Las industrias extractivas representan al sector con más denuncias por abusos contra los derechos, incluido los crímenes contra la humanidad, por lo general provocados por las fuerzas de seguridad públicas y privadas que protegen los bienes de las empresas" indica una cita del citado informe.

Del miso modo se asocian a también a "la corrupción a gran escala, la violación de los derechos laborales y una amplia gama de abusos contra las comunidades locales, especialmente los pueblos indígenas".

Las denuncias se concentran geográficamente en Asia/Pacífico en un 28 por ciento, África en un 22 por ciento y América Latina en un 18 por ciento.

Muchas empresas mineras y petroleras han sido demandadas ante los tribunales en Estados Unidos y otros lugares por su participación en la violación a los derechos humanos.

Tal es el caso de Chevron en Ecuador, Nigeria y Burma; Rio Tinto en Papua Nueva Guinea; Shell en Nigeria; Freeport McMoran en Indonesia; Drummond Coal en Colombia y ExxonMobil en Indonesia.

En junio de 2009 la empresa Shell accedió a pagar US$ 15.5 millones como indemnización a las víctimas que fueron violadas en sus derechos en Nigeria.

Los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, han revisado recientemente las violaciones a los derechos humanos que las empresas de sus países han cometido en países extranjeros y han hecho recomendaciones a favor de una regulación más estricta para estas empresas.

En base a su experiencia Keith Slack señala que es más probable que las violaciones a los derechos humanos ocurran cuando los gobierno no supervisan a las empresas, las compañías no tienen experiencia para operar en zonas en conflicto o no tienen políticas fuertes de respeto a los derechos humanos ni de rendición de cuentas.

También cuando el personal encargado de la seguridad de la empresa, tanto público como privado, no ha sido capacitado en derechos humanos y las víctimas no tienen acceso a reparaciones efectivas cuando sus derechos han sido violados.

El Director del Prograa Global de Industrias Extractivas de Oxfam señala que las soluciones a los problemas de los abusos de las industrias extractivas a los derechos humanos deben considerar incrementar la formación y entrenamiento en derechos humanos para las fuerzas de seguridad de las empresas extractivas.

Asimismo, fortalecer la capacidad del gobierno para supervisar las operaciones de las empresas extractivas, facilitar el acceso de las comunidades a los mecanismos de quejas.

También recomienda establecer leyes y políticas en los países sedes de las empresas extractivas, que permitan sancionar las violaciones en derechos humanos que sus empresas pueden provocar en otros países, de manera similar a la legislación contra la corrupción.

Iniciativas sobre Derechos Humanos y Empresas

Slack citó como experiencias interesantes el que en 2009, la empresa minera Newmont -dueña mayoritaria del proyecto Yanacocha- permitió una revisión independiente de sus políticas sobre seguridad y derechos humanos.

Tal revisión se efectuó luego de una serie de incidentes violentos en la zona de la mina y después de ser demandada por Oxfam América bajo el mecanismo de los Principios Voluntarios de Seguridad y Derechos Humanos.

Los Principios Voluntarios de Seguridad y Derechos Humanos es una iniciativa global que incorpora a las empresas mineras y petroleras, gobiernos y organizaciones no gubernamentales para promover el respeto a los derechos humanos por las fuerzas de seguridad privadas y públicas que protegen las instalaciones mineras y petroleras.

Son miembros de estos Principios Voluntarios grandes empresas extractivas como son Newmont, Rio Tinto, BHP - Billiton, AngloAmerican, Shell y ExxonMobil. Para más información, ver el sitio web: www.voluntaryprinciples.org

Una de las recomendaciones del informe de la revisión independiente fue que la empresa minera fortalezca sus programas de capacitación en DDHH para las fuerzas de seguridad de la mina.

Otra recomendación fue que termine su relación con FORZA, la contratista privada de seguridad que trabaja para Yanacocha y que también habría estado acusada de estar involucrada en las torturas en el proyecto Rio Blanco en 2005. www.ecoportal.net

lunes, 15 de marzo de 2010

Echale 2900 litros a cada camioncito...

Echale 2900 litros a cada kamioncito y después nos falta combustible en las estaciones de servicios..., ¿será kasualidad que a nosotros nos aumenten el precio y a ellos se lo den subsidiado?
Enviado por Nestor Almagro y publicado en Movida Ambiental.

sábado, 6 de marzo de 2010

NUESTRO DERECHO AL AGUA DE LOS GLACIARES

Marta Maffei: documento de Glaciares


Tengo la firme convicción de que el agua de Argentina es para los argentinos. Es un bien social, es nuestro patrimonio natural y debe servir para abastecer y mejorar la vida de nuestro pueblo. Todos tenemos derecho a su uso y aprovechamiento sin obturar o inhibir el derecho de los demás. Es un bien absolutamente vital, indispensable, esencial. Sin agua sólo podemos sobrevivir algunos días. Por eso, varios países avanzan en considerar el derecho al agua como un derecho humano.
Ocurre que, particularmente durante los últimos 60 ó 70 años, los sistemas de producción industrial y agropecuaria a base de potentes químicos, han generando procesos contaminantes de diversa gravedad sobre el agua común. Así ríos, arroyos, lagos, lagunas, mares, acuíferos y napas están severamente comprometidos. Varias provincias se han visto obligadas a emprender grandes obras hidráulicas de saneamiento para abastecer a la población de agua segura.
En estas condiciones solo nos han quedado los glaciares como reservorios estratégicos de agua pura y proveedores de recarga para las cuencas hidrográficas. En nuestro país, el 69% de toda el agua pura se encuentra precisamente en nuestros glaciares. Más de un millón y medio de personas viven directamente de ese recurso y otros 15 millones, indirectamente.
Sin embargo el Cambio Climático y el Calentamiento Global, y las actividades del hombre, han comenzado poner en riesgo también a este recurso. El 87% de los glaciares del mundo está en retroceso. En nuestro país se verifica lo mismo en los glaciares que han sido evaluados, pero se trata de una pequeña parte pues no tenemos registros, ni inventarios, ni seguimiento científico integral de la evolución y características de este recurso vital.
Frente a esta realidad, comenzamos a contactarnos con científicos e investigadores nacionales para trabajar sobre un proyecto de ley que protegiera a los glaciares y al ambiente que los rodea permitiendo su conservación. El ecosistema es integrado, tiene un funcionamiento sistémico y sabemos que las alteraciones sobre cualquiera de sus componentes, afectan al sistema en su conjunto.
Así nació la Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección de Glaciares y Ambiente Periglaciar. Diputados y senadores advirtieron claramente la importancia y esencialidad del recurso y la Ley fue votada por unanimidad en ambas Cámaras. Se publicó en octubre de 2008 bajo el Nº 26.418.


1.- Crea un registro nacional de Glaciares y ordena su seguimiento y actualización periódicos;
2.- Prohibe realizar actividades que los puedan dañar o contaminar;
3.- Crea sanciones para los infractores y
4.-Obliga a controlar las actividades que se realizan a efectos de verificar su grado de inocuidad, si no fuera así, y estuvieran poniendo en riesgo el agua de todos los argentinos, se ordena la reparación del daño y el cierre o traslado de la actividad.


Grande ha sido la sorpresa y el pesar de todos cuando pocos días después, el 10 de noviembre de 2008, la Presidenta Kirchner vetó totalmente la ley mediante el Decreto 1837. Los argumentos usados para el veto son tan débiles y falaces que la comunidad toda ha comenzado a sospechar, con razón, que el veto busca amparar intereses oscuros. Desde entonces foros, jornadas, notas, audiencias, debates y demandas judiciales, han cuestionado severamente el veto y han profundizado el conocimiento y difusión de los intereses que protege el veto.
¿Cuáles son? ¿Qué intereses pueden ser superiores al derecho al agua, a la preservación de este recurso esencial para la vida y la salud de los argentinos?
La historia es un poco intrincada, pero el hilo conductor es claro. Arranca en la época menemista con las leyes de promoción para la gran minería. Desde entonces, varias empresas multinacionales han solicitado y conseguido, permisos de explotación por el sistema a tajo o a cielo abierto.
Este es un negocio fabuloso que depreda nuestros recursos dejando secuelas de contaminación graves y perdurables que tiene sin embargo la protección de una legislación inaudita, desaprensiva y permisiva. Aunque cueste creerlo, esa normativa ha sido reforzada por una maraña de acuerdos bilaterales y protocolos adicionales firmados entre Argentina y Chile que condujeron directamente al veto a la Ley de Glaciares.
Esos acuerdos manifiestan el avance de liberalidades de todo tipo y ventajas a favor de las mineras aún por encima de lo establecido en las leyes mineras y ambientales de nuestro país.


Concretamente estos son los pasos principales:
En 1997 se firma un Protocolo Adicional al Protocolo de Complementación Económica, para favorecer la explotación de LAMA, inmenso yacimiento de oro y plata comprado por la Barrik Gold, empresa algo canadiense en el territorio chileno de Atacama, (una región casi desértica) y la posibilidad de ampliarla a Pascua, en territorio argentino creando un espacio binacional liberado sin fronteras ni aduanas entre Chile y Argentina. Con grandes visos de ilegalidad.
Como ese Protocolo resultó insuficiente se firma también en 1997 el Tratado de Integración y Complementación Minera, que fue aprobado en el 2000 por el Congreso, Ley 25.243. Con otro Protocolo Adicional de 1999 que protege las áreas de operación a favor de la minera.
Mientras esto seguía su curso en el Congreso se firma otro Protocolo Adicional al primero para facilitar la liberación del territorio argentino y establecer la tributación por el origen del mineral sin importar donde se procesa, donde se lixivia y donde se industrializa. (obsérvese que mediante un protocolo se establecen ventajas tributarias lo que es directamente inconstitucional pues solo puede hacerlo en Congreso)
En el 2004, con la rúbrica del Canciller Bielsa, se firma un nuevo Protocolo Adicional para eximir a la empresa del pago de toda retención y la explotación de Pascua Lama se convirtió en una republiqueta sin control de ninguno de los dos países y por el cual, Argentina aporta el agua del río Taguas, permite la pileta de lixiviación, el lavado del material particulado con cianuro de sodio y el concentrado con mercurio, se queda con todos los pasivos y no cobra nada salvo cuando el mineral sea extraído de suelo argentino, a pesar de quedarse con todos los pasivos, aportar toda el agua y permitir toda la industrialización en su suelo.
El único obstáculo en el camino del saqueo lo vino a poner en el 2008, la Ley de protección de glaciares, limitando la contaminación del recurso agua.
Más recientemente, en agosto de este año y después del veto a la Ley de Glaciares, y de la visita de las autoridades de la Barrik a la Presidenta, la Secretaría de Hacienda volvió a firmar otra liberalidad escandalosa eximiendo a la minera del pago parcial de IVA y Ganancias (asumiendo otra vez funciones que le corresponden al Congreso) Esto es tan escandaloso que el subsecretario de Ingresos Públicos, Cristian Modolo, se negó a firmar y renunció diciendo que iban a terminar todos presos.
En la reciente II Reunión Bilateral de Ministros, el Ministro de Obras Públicas de Chile (Bitar) planteó la necesidad del uso compartido de aguas para su mejor aprovechamiento. Hay que tener en cuenta que estos emprendimientos mineros en Chile sobre la Región I y III, tienen como principal problema la falta de agua, indispensable en la minería a tajo abierto que emplea entre 300 y 400 litros por segundo. Las empresas han estudiado la posibilidad de traerla desde el mar, previa desalinización, pero los costos son muy grandes, por eso presionan para que Argentina ceda el aprovechamiento del agua.
En no pocos casos, incluyendo Pascua Lama, simulan la extensión de la explotación a suelo argentino para acceder a nuestros recursos hídricos. En estos días hay ofertas concretas para usar el agua del Río Salado de La Rioja para la mina que explotaría la japonesa Lumina Copper ubicada a 4 km del límite sobre territorio Chileno
El gobierno argentino conocedor de los inconvenientes de un eventual acuerdo de estas características dijo que sería preferible diseñar acuerdos individuales con cada minera.
¿Se entiende por qué fue vetada la Ley de Glaciares?
Más allá de los posibles pequeños errores que pudiera contener la Ley 26.418, todos perfectamente subsanables con la reglamentación, lo que no se quiere es una ley que proteja seriamente el recurso agua que es vida presente y futura de nuestro pueblo, aunque las empresas multinacionales la necesiten para sus negocios que no son los nuestros.
Por lo mismo estamos convencidos que diputados y senadores deben insistir con la sanción de la ley vetada. Cualquier alternativa aún cuando fuera mejor (cosa que no sucede con los proyectos presentados), se expone nuevamente al veto, si es que logra atravesar airosa el Congreso ahora que ya están todos enterados de cual es el negocio que está en el medio y cual es el único impedimento que efectivamente tiene: nuestro derecho a cuidar y proteger el agua contenida en nuestros glaciares establecido en la ley 26.418.