¡Ongamira Despierta! Es el grito de alerta de vecinos autoconvocados de Córdoba, Argentina, frente a la explotación minera metalífera a cielo abierto, contaminante y saqueante. El movimiento surgió ante la amenaza de explotación en el Valle de Ongamira, un lugar mágico y rico tanto a nivel turístico como arqueológico.
Cómo hace cuatro años, nos seguimos reuniendo en Asamblea para informarnos y debatir un panorama que, no sólo atañe al noroeste cordobés, sino que se repite con desolada continuidad en las nefastas experiencias vividas por nuestros hermanos de Catamarca, San Juan, Chubut, La Rioja, Tucumán y Santa Cruz entre otras provincias de la Argentina y en varios países de América Latina.
El contexto jurídico que regula la actividad minera, heredado de la decada del ’90, tiende únicamente a favorecer el desarrollo de ese sector de la industria en detrimento del patrimonio nacional.
En septiembre de 2008 el pueblo unido logró que se sancione por unanimidad la Ley Provincial 9526 que PROHIBE la MINERÍA METALÍFERA A CIELO ABIERTO en Córdoba. Esta Ley actualmente está amenazada ante un pedido de inconstitucionalidad. Por esto seguiremos Despiertos y Despertando.

¡Ongamira Despierta! dice sí a la vida y a la salud; sí a la preservación del agua y los recursos naturales; sí a la protección del patrimonio cultural y ¡NO A LA MINA!

En este blog encontrará el material necesario para informarse sobre la situación que esta sufriendo Córdoba y el resto de nuestro querido país frente a la amenaza minera.


DECLARATORIA DE ADHESION A LA DEFENSA DE LA LEY 9526

VIDEOS: Situación minera en Córdoba "MINAS A CORAZÓN ABIERTO"

¿Por qué siguen ofreciendo Ongamira si hay una Ley que la protege?

¿Por qué siguen ofreciendo Ongamira si hay una Ley que la protege?
Página oficial

Historia de una mina de uranio en Córdoba

lunes, 10 de mayo de 2010

La Argentina, en el top ten nuclear

La titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica destaca el desarrollo de un sector donde el país brilla. La licenciada Norma Boero destacó el modelo de producción en todas sus fases, que incluye autoabastecimiento y exportación. Ahora se busca construir un reactor en común con Brasil, y ponderó los acuerdos con potencias como Rusia e India.
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) cumple sesenta años este mes y su presidenta, la licenciada Norma Boero, puede contar desde la experiencia personal 34 de ellos. No es poco. La Argentina, líder del sector en América Latina, produce, se autoabastece y exporta en el mercado de la energía nuclear. ¿El secreto? Apuntalar el desarrollo y la formación profesional, fomentando en sus miembros un particular amor a la camiseta.

-¿Qué lugar ocupa la Argentina en el mapa mundial de la energía nuclear?
-La verdad es que hoy estamos muy bien parados. Argentina siempre tuvo un buen desarrollo nuclear, pero hoy tenemos una proyección a todo el mundo que es muy importante. La presidenta Cristina Fernández fue invitada a la Cumbre de Washington, que fue sólo para un número de países, y la elección fue muy peculiar porque se buscaron las naciones que realmente tenían importancia en este sector. La Argentina hoy está entre los nueve países de mayor desarrollo nuclear, estamos muy bien posicionados. Además promocionamos mucho ese desarrollo, no en vano hicimos acuerdos importantes con India, Rusia, Francia y con todo el norte de Africa.

-¿Con qué país de América Latina se tiene mayor integración?
-Con Brasil tenemos mucho contacto, hemos conformado una Comisión Mixta Argentino-Brasileña en la cual están representadas las dos Comisiones de Energía Atómica, está Cancillería y la autoridad regulatoria nuclear. Lo importante es hacer convenios para trabajos tecnológicos en conjunto, en especial en temas de enriquecimiento de uranio y buscar la construcción de un reactor común entre ambos países y el desarrollo de radioisótopos.

-¿Cuánto hace que se inició este trabajo conjunto?
-Hace dos años. Es muy reciente y son temas estratégicos para ambos países. Se avanza con precaución en las dos naciones para no tocar la independencia tecnológica de cada uno, pero sí queremos operar juntos. Hoy es importante la regionalización en energía nuclear.

-¿Existe una relación de igual a igual con otros países de la región?
-Brasil y Argentina están muy parejos, luego atrás vienen Chile y México. También tenemos una muy buena relación con Perú y Uruguay, si bien hay mucha disparidad.

-¿Qué tipo de intercambio hay con países como Rusia e India?
-Tenemos mucho intercambio con diversas naciones, también con Sudáfrica, por ejemplo. Con India la relación es muy interesante porque se trata de un país más parecido a nosotros en su tipo de desarrollo. Además usan los mismos reactores que nosotros, de agua pesada y uranio natural. Su presupuesto y su inventiva es como la nuestra.

-¿Hay convenios con el sector privado para desarrollar proyectos?
-Los convenios con la industria privada son en función de los diversos desarrollos. En el reactor CAREM se están por licitar muchos componentes específicos, donde participará la industria local. Ahí lo que se exige a los países que presentan sus ofertas es que haya una muy fuerte participación local. Cualquier central que nos quieren vender, el combustible debe hacerse en la Argentina, sino no se compra. Uno importa una Central, después lo que viene es el mantenimiento y el combustible. En Atucha I hace 30 años que hacemos el combustible en la Argentina. No se puede renunciar a eso cuando se compra un reactor, son las cosas que perduran en el tiempo.

LA RESISTENCIA
-¿La línea de CNEA ha perdurado en estos 60 años más allá de los signos políticos?
-Sí, yo lo llamo la resistencia de CNEA. Hubo momentos en los que realmente nos dieron prácticamente la orden de cerrar las instalaciones. Sin embargo, hicimos la resistencia de buscar cómo perdurar. Yo vengo de la parte combustibles y me dijeron que no había que trabajar con uranio y que no se debía fabricar. Entonces busqué de salir a vender al exterior. Así ahora tenemos fábricas de combustibles, vendimos conjuntamente con INVAP a Australia, Egipto, Argelia, Perú. Eso a pesar de tener órdenes de que había que desalentar la actividad nuclear. Hoy están saliendo miniplacas para fabricar radioisótopos a Australia y Egipto.

-¿Cuándo ocurrió esto?
-En los "90, después de lo ocurrido en Chernobyl, hay todo un desacelere de la industria nuclear. Se busca desalentar políticamente en todo el mundo este sector, sobre todo por miedo a las armas y la proliferación. Se aprovechó ese momento.

-¿En Argentina hubo un plus con la política de achique del Estado?
-Exactamente. El daño que se hizo cuando vinieron los retiros voluntarios fue terrible. A la Comisión la dejaron sin presupuesto y con retiros voluntarios. En ese momento a duras penas se cubría lo que llamamos Inciso 1, que son los sueldos. Yo fui jefa de varias plantas en donde no teníamos para comprar nada. No había dinero y ahí salimos a vender afuera. Hubo creatividad. En 2006 nuestro presupuesto ya era de 100 millones de pesos. Este años es de 750 millones, y está previsto duplicarlo para el año próximo.

NEGOCIO Y ECOLOGIA
-¿Qué rol cumple la planta de radioisótopos de Ezeiza?
-En este momento que hay una crisis mundial Argentina desarrolló un método de fabricar radioisótopos usando bajo enriquecimiento de uranio. Toda esta discusión por el Tratado de No Proliferación Nuclear, en Washington y en París, busca cómo lograr la no expansión nuclear bélica, enfocado hacia el terrorismo. Argentina hizo un gran aporte a esto porque ya sea en los reactores de investigación o los combustibles usamos bajo enriquecimiento de uranio -menor al 20%-. Eso que quiere decir: ese uranio no sirve para armas nucleares. Tenemos todos nuestros reactores de esta manera, y además lo que vendemos es con bajo enriquecimiento. Para nosotros, además, es un buen negocio.

-¿Lo obtenido en este negocio se reinvierte todo en la CNEA? ¿En parte se autofinancian?
-En este momento de expansión no, pero durante mucho tiempo nos autofinanciamos.

-¿Se trabaja de alguna manera en especial desde lo ecológico?
-Sí, ahora tenemos un crédito muy importante para hacer la remediación de todos los pasivos (residuos) de minería, que muchos fueron de empresas que explotaron esas minas. Dejaron los pasivos en condiciones seguras, pero no definitivas. Se impermeabiliza el suelo y se aisla el material. En realidad esos pasivos no tienen nada que no haya estado en la naturaleza. Esos son pasivos ambientales, tienen poco uranio, pero deberíamos pensar en algo definitivo, que nunca más haya que tocar. Para eso se hacen diques especiales, impermeables, cubiertos de capas de piedras.

-¿De cuánto es la vida útil de un reactor nuclear?
-Llega un momento en que hay que cerrarlos. La historia de los reactores no es tan larga, entonces uno no tiene la experiencia de saber cuándo es el momento definitivo. Lo que se hace es un chequeo permanente de los materiales, y ahí se ve si se degradan o no. Por ejemplo, Embalse está muy bien pero ya hay que cambiar algunos componentes para extender su vida útil. Esa es una de las cosas firmadas el año pasado en la ley nuclear para poder hacer la cuarta central y la readaptación de Embalse, que se creó en 1985. Con este cambio de materiales se extenderá a otros 25 años.

-¿Hay algún tipo de restricción para vender a nivel mundial?
-Sí, pero la restricción no es a un país en particular, hay reglamentaciones. Al país que no tiene firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear no se le puede vender nada. Si no tiene determinados acuerdos internacionales, no se puede ni vender ni traer chicos para que estudien en nuestros institutos. Es completo. Si uno no está dentro del grupo de proveedores nucleares, hay toda una serie de elementos que no se pueden comercializar.

-¿Qué cantidad de naciones firmó el Tratado?
-Hay muchos países, pero no todos. Algunos no lo firmaron porque no quieren o porque no tienen un desarrollo nuclear, entonces para qué lo van a firmar. Algunos recién están comenzando. Para que un país tenga un reactor nuclear tiene por delante 15 años para adiestrar a su gente. Por ejemplo, ahora queremos llevar un reactor a Formosa para expandir la energía nuclear en la Argentina. Ellos necesitan energía eléctrica y tenemos un módulo de desarrollo 100% nacional. Pero hoy, para que eso pueda hacerse, hay que empezar a formar a la gente de Formosa. Así dentro de 10 años, cuando se coloque el reactor, la provincia saca un beneficio. Sino vamos todos los de Buenos Aires a operarlo.

Por Gustavo García
Fuente: http://www.laprensa.com.ar/359247-La-Argentina-en-el-top-ten-nuclear.note.aspx

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