¡Ongamira Despierta! Es el grito de alerta de vecinos autoconvocados de Córdoba, Argentina, frente a la explotación minera metalífera a cielo abierto, contaminante y saqueante. El movimiento surgió ante la amenaza de explotación en el Valle de Ongamira, un lugar mágico y rico tanto a nivel turístico como arqueológico.
Cómo hace cuatro años, nos seguimos reuniendo en Asamblea para informarnos y debatir un panorama que, no sólo atañe al noroeste cordobés, sino que se repite con desolada continuidad en las nefastas experiencias vividas por nuestros hermanos de Catamarca, San Juan, Chubut, La Rioja, Tucumán y Santa Cruz entre otras provincias de la Argentina y en varios países de América Latina.
El contexto jurídico que regula la actividad minera, heredado de la decada del ’90, tiende únicamente a favorecer el desarrollo de ese sector de la industria en detrimento del patrimonio nacional.
En septiembre de 2008 el pueblo unido logró que se sancione por unanimidad la Ley Provincial 9526 que PROHIBE la MINERÍA METALÍFERA A CIELO ABIERTO en Córdoba. Esta Ley actualmente está amenazada ante un pedido de inconstitucionalidad. Por esto seguiremos Despiertos y Despertando.

¡Ongamira Despierta! dice sí a la vida y a la salud; sí a la preservación del agua y los recursos naturales; sí a la protección del patrimonio cultural y ¡NO A LA MINA!

En este blog encontrará el material necesario para informarse sobre la situación que esta sufriendo Córdoba y el resto de nuestro querido país frente a la amenaza minera.


DECLARATORIA DE ADHESION A LA DEFENSA DE LA LEY 9526

VIDEOS: Situación minera en Córdoba "MINAS A CORAZÓN ABIERTO"

¿Por qué siguen ofreciendo Ongamira si hay una Ley que la protege?

¿Por qué siguen ofreciendo Ongamira si hay una Ley que la protege?
Página oficial

Historia de una mina de uranio en Córdoba

martes, 30 de noviembre de 2010

El Agua como Derecho Humano y la Minería a cielo abierto

El cambio climático y la actual crisis del agua se encuentran relacionados. El calentamiento global que vive el planeta impacta en forma directa sobre las posibilidades del acceso al agua en todo el mundo, afectando no sólo a los sistemas de agua por las sequías y las inundaciones, sino también porque se producen impactos en su calidad y por ende por la disponibilidad de este elemento para la vida. Esta situación es avalada por numerosos informes, como los que produjo el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU en 2007, donde afirmaron que por numerosas razones vinculadas con los impactos del cambio climático, las fuentes de agua se contaminan hoy mucho más rápido que en el pasado. Por su parte, los reportes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC), también perteneciente a la ONU, señalaron que el calentamiento global está afectando el ciclo hidrológico del planeta y alertaron sobre los avances en la desertificación del planeta cuando afirma que la superficie clasificada como muy seca se ha duplicado desde la década del ‘70, y el agua de reserva de los glaciares en todo el mundo ha disminuido considerablemente.
Por otro lado, se están viviendo mayores riesgos de inundaciones y sequías en áreas que antes no se vivían. Estos informes, asimismo, señalan por un lado que el derretimiento de los glaciares afecta los equilibrios hidrológicos, ocasionando sequías y cambios en los ecosistemas aledaños y por otro lado, que el ciclo del agua afectará sustancialmente la disponibilidad, accesibilidad y utilización de alimentos sobre todo en regiones de Asia y África, intensificando la competencia por el agua, debido al crecimiento demográfico, su concentración en zonas urbanas, el desarrollo industrial, las necesidades agrícolas, ganaderas y mineras, lo que provocará un aumento en la demanda de un recurso finito.
Por eso, en este marco de inseguridad hídrica, es de gran relevancia resaltar el hecho de que en el 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas declaró que el “acceso a agua limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas […y a] un medio ambiente sano” es “un derecho humano fundamental e indispensable para el ejercicio de los demás derechos humanos”. Además, el 28 de julio de 2010 la Asamblea General de la ONU reconoció el acceso al agua potable como un derecho humano básico y urgió a garantizar que los casi 900 millones de personas que carecen del líquido vital, puedan ejercer ese derecho.
Pero parece que hay actores que no se enteraron y continúan con su rol de potenciadores de la crisis hídrica. Las empresas vinculadas a la minería a cielo abierto son uno de esos actores como lo demuestra el procedimiento de explotación. En la misma se vuelan grandes cantidades de rocas de la montaña. Al material resultante se le aplica un conjunto de sustancias químicas (cianuro, ácido sulfúrico, mercurio entre otras sustancias acumulativas y persistentes) que son licuadas con enormes cantidades de agua, generando el denominado proceso de lixiviación donde se separan y capturan los minerales de interés del resto de la roca. Además, a menor cantidad de mineral presente en la roca, mayor cantidad de explosivos y de agua se requiere.
Esas razones explican los constantes reclamos y lobbys que realizan para oponerse a los vetos a esta actividad. Argentina es un claro ejemplo y lo vimos en los últimos meses con la sanción de la ley de presupuestos para cuidado de los glaciares. De esta forma, vemos, que pese al panorama de crisis global y cambio climático, el afán de lucro propio de la minería a cielo abierto hace que el agua no sea valorada en su verdadera dimensión (como bien común) sino que sólo es considerada como un elemento más en la cadena insostenible del sobreconsumo y la ganancia mercantil del sistema.
A las grandes transnacionales responsables de la explotación a cielo abierto para apropiarse de nuestros minerales no les importan las externalidades que dejen a su paso. No les importa los pueblos que quedarán sin ese recurso tan fundamental que es el agua. No les interesan las voces de las organizaciones de base que hacen oír sus reclamos en pos de salvar sus fuentes de agua.
Muchas de estas organizaciones se dieron cita el 1 de noviembre en el Taller organizado por FOCO-INPADE “El Agua como Derecho Humano. Glaciares, cambio climático y minería. El debate que sigue” llevado a cabo en el Archivo y Museo Histórico Doctor Arturo Jauretche de la Ciudad de Buenos Aires.
Allí concurrieron representantes de organizaciones sociales de Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza y Tucumán que denunciaron la situación actual en sus provincias.
Posteriormente en la Mesa de Debate las organizaciones acordaron un amplio conjunto de acciones para fortalecer la lucha por la protección del recurso agua y rechazar la minería a cielo abierto.
En ese marco el Observatorio de las Empresas Transnacionales recibió el encargo de las organizaciones de priorizar las acciones necesarias para fortalecer la vigilancia y el control social de las actividades de las empresas mineras que pongan en peligro este recurso vital y atenten contra el derecho al agua y la vida en el planeta.

Fuente: Boletín del Observatorio de Empresas Transnacionales

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